LXV LEGISLATURA
Cumplimos
Reiteramos nuestro compromiso de acercar beneficios de la 4t a la población de Guadalajara: Katia Castillo
10 febrero, 2021 - Prensa
· Esta ciudad es una de las mejores expresiones de la mexicanidad a escala global, declaró
La diputada Katia Alejandra Castillo Lozano, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, reiteró el compromiso de su bancada de acercar los beneficios sociales de la Cuarta Transformación a la población de Guadalajara.
En el marco del 479 aniversario de la Ciudad de Guadalajara, la legisladora por Jalisco expresó que la capital de su estado es una ciudad cosmopolita, la segunda más grande del país, sede de grandes eventos deportivos y tecnológicos, cuna del tequila y el mariachi, pero principalmente “una de las mejores expresiones de la mexicanidad a escala global”.
“Justicia, sabiduría y fortaleza custodian a esta leal ciudad, esta frase inscrita en la fuente Minerva de Guadalajara expresa a la perfección el espíritu de la capital de Jalisco, la cual fue fundada el 14 de febrero de 1542, por un grupo de 63 españoles peninsulares, jefes de familia, Cerca del río San Juan de Dios, en lo que actualmente ocupa la parte trasera del teatro Degollado como la definitiva Ciudad de Guadalajara”, recordó.
Comentó que el primer asentamiento en la región se estableció en Nochixtlán, Zacatecas, en 1530, cuando Nuño Beltrán de Guzmán, conocido por su crueldad hacia los indios, llegó acompañado de 500 soldados y 15 mil mexicas con el objetivo de conquistar el occidente.
Más tarde, el segundo asentamiento tuvo lugar en la población de Tonalá, Jalisco, y el tercero, aconteció en 1935, cuando se movieron a la región de Tlacotán.
“En esta última sede, estos asentamientos eran atacados constantemente por los pueblos indígenas hasta que en uno de esos conflictos armados murió Pedro de Alvarado, por lo que se decidió volver a trasladar la ciudad”, expresó.
En ese sentido abundó que en 1539, antes del último y definitivo asentamiento, Guadalajara recibió el título de ciudad por parte del rey Carlos I de España y el escudo de armas que hoy conocemos se le concedió en noviembre de ese mismo año.