·      Durante la niñez y la adolescencia, las relaciones afectivas que se desenvuelven en el núcleo familiar definen la personalidad de las niñas, niños y adolescentes

El diputado Vicente Alberto Onofre Vázquez, secretario de la comisión de Gobernación y Población en la Cámara de Diputados, propuso que se reformen diversas disposiciones del Código Civil Federal y de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en materia de contacto transfronterizo directo con familiares.

“La legislación mexicana presenta varias lagunas jurídicas que generan incertidumbre sobre los criterios y parámetros que el juez debe determinar a fin de que las niñas, niños y adolescentes puedan convivir con su progenitor o progenitora cuando radique en otro país”, señaló.

En tribuna, el legislador federal dijo que “la familia es la célula que compone el tejido social de México, en ella todas las personas desde la niñez adquirimos valores que nos permiten desarrollar relaciones afectivas, así como habilidades sociales indispensables para vivir en armonía con los demás”.

Sin embargo, actualmente, en el Código Civil Federal y en la Ley General de Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes no se prevé el derecho de las personas menores de edad al contacto transfronterizo con la o el progenitor que se encuentre en otro país ni se determinan los criterios necesarios para ejercer y garantizar este derecho.

En este sentido, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la desintegración familiar es un fenómeno social en constante crecimiento y esto puede corroborarse con los datos registrados en materia de divorcio pues de 2011 a 2019 su tendencia ha ido incrementando.

Y es que “durante el proceso de divorcio la autoridad judicial establece a quien le corresponde la guarda custodia de la hija o hijo menor de edad, asimismo, determina un régimen de visitas y convivencias para que el padre o la madre que no tenga la guarda custodia pueda convivir con ellos”, añadió.

Por lo que esta propuesta legislativa tiene como objetivos fundamentales el establecer el derecho humano de las personas menores de 18 años a la convivencia transfronteriza, privilegiando en todo momento el interés superior de la niñez y garantizar las relaciones personales y el contacto directo con su padre o madre de modo regular cuando vivan en otro país.

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