DIPUTADA ROSALINDA DOMÍNGUEZ FLORES (RDF). Con el permiso de la Presidencia. Compañeras, compañeros legisladores, soy del istmo de Tehuantepec, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806 nació uno de los hombres que mejor representa la identidad liberal, un demócrata y un defensor incansable del interés superior de la república, me refiero a don Benito Juárez, indígena zapoteca de quien parece todo se ha escrito y todo se ha dicho.

Juárez, representa la austeridad, la justa medianía, el fin de los privilegios, el combate al conservadurismo y la defensa de la república de potencias extranjeras. Dos siglos después de su natalicio y de estos momentos de conflicto y guerra que estamos viviendo en el mundo, recordemos que Juárez era pacifista.

En 1858, denunció la amenaza de una agresión por parte de España y dijo, algunos hijos de esta que ya no dominadores, se creen explotadores natos de las rentas y riquezas de nuestra república, ya han alumbrado las malas pasiones de mexicanos degradados. Los conservadores para Juárez eran mexicanos degradados que apoyaron la intervención francesa y el segundo imperio entre 1862 y 1867, hasta que la razón se impuso y Juárez restauró la república.

En ese acto de julio de 1867, cuando Juárez volvió a la capital del país pronunció su célebre frase: “entre las naciones como entre los individuos el respeto al derecho ajeno es la paz.”

El legado de Juárez es inmenso, basta mencionar las Leyes de Reforma por las que el clero fue separado del Estado perdiendo así sus privilegios, lo que despertó la furia de la reacción en contra del pensamiento liberal de Juárez.

Finalmente, hay que decir que Juárez combatió de manera incansable la corrupción, en un mensaje al Congreso del Estado de Oaxaca, en 1949, señaló: “no se tenga el temor de que manos impuras derrocharán los sagrados intereses del erario. Los actuales empleados del Estado son republicanos de corazón, se conforman con vivir en la mediana, que aleja de ellos la tentación de meter mano a las arcas públicas”.

En la cuarta transformación la figura de Juárez es una presencia constante y representa un programa de acción y un modo de vida. Viva Juárez, viva la austeridad republicana, viva la cuarta transformación. Es cuanto, presidente.