• Este delito es un problema grave, que representa el 70 por ciento del mercado nacional de madera, advirtió la legisladora.

La diputada federal, María Eugenia Hernández Pérez presentó a la Comisión Permanente una iniciativa con el fin de inhibir la tala clandestina y contribuir a la lucha contra la deforestación.

Ante ello, Hernández Pérez propuso una reforma al artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos, donde se estipula que las autoridades judiciales, “habrán de decretar prisión preventiva para aquellos individuos que cambien el verde vivo de los bosques, por las zonas muertas y desoladas, en aras de un enriquecimiento ilícito”.

Agregó que considerar como delito grave la tala ilegal no solo inhibe la nociva actividad, también coadyuva detener la deforestación, que es uno de los elementos de deterioro de ecosistemas y cambio climático, que la propia Organización de las Nacionales Unidas (ONU), contempla como causas humanas del cambio climático.

Asimismo, la diputada de Morena argumentó que México está sujeto a cumplir con la protección de los ecosistemas terrestres, esto como parte de sus obligaciones al haber ratificado su adhesión a la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, firmado el primero de junio de 1995.

En ese tenor, María Eugenia Hernández indicó que los gobiernos de México y el mundo están obligados a implementar reformas legislativas y políticas públicas, encaminadas a enfrentar el fenómeno de la desertificación y la sequía.

Además, apuntó que a pesar de los avances y múltiples esfuerzos que se han realizado, estos no han sido suficientes, de acuerdo a los datos del Programa Nacional Forestal 2020-2024, “México está perdiendo su cobertura forestal a una tasa bruta de 250 a 260 mil hectáreas por año y a una tasa neta de 127.8 mil hectáreas por año”.

La parlamentaria insistió en la gravedad del tema, pues, dijo, “el 95% de la deforestación ocurre de manera ilegal, pues la SEMARNAT solamente autoriza el cambio de uso del suelo en un promedio 12 a 13 mil hectáreas al año mientras la deforestación bruta promedio anual es de 250- 260 mil hectáreas”.

Hernández Pérez concluyó que “problema de la tala ilegal y clandestina de bosques y selvas son uno de los factores que contribuyen a la destrucción del medio ambiente y que profundizan el grave problema del cambio climático”, el cual afecta a todo el planeta, porque modifica las condiciones de vida de todos los seres y altera los ecosistemas.

Además del impacto negativo a nivel de seguridad pública que afectan a los pueblos, comunidades y sociedades donde se lleva a cabo, esto por las acciones que realiza el crimen organizo bosques y selvas, contra los que pretenden lucrar con los recursos naturales.