DIPUTADA ALEIDA ALAVEZ RUIZ (AAR) …hemos tenido a bien convocar desde la Comisión de Puntos Constitucionales.

Agradezco la asistencia de mis compañeras legisladoras y de los legisladores que se encuentran en este parlamento, así como de los ponentes de cada una de estas Audiencias Públicas en materia de Igualdad sustantiva y género.

Todos quienes integramos la Comisión de Puntos Constitucionales coincidimos con el objetivo de ser una legislatura de derechos, de garantías.

Así lo hemos hecho, queremos abordar la mayor cantidad de temas en los que la voluntad popular, el consenso y la disposición política permitan transformar nuestro texto constitucional en beneficio de la colectividad.

La igualdad sustantiva es un tema fundamental para el desarrollo de nuestra nación.

Representa, para todas y todos, el ejercicio pleno de los derechos universales y la capacidad de hacerlos efectivos en la vida cotidiana.

En la comisión tenemos presentadas 48 iniciativas, de todas las fracciones parlamentarias sobre la materia, para lo cual elaboramos un dictamen que representa un trabajo ambicioso y digno de las circunstancias sociales que nos apremian.

Estas iniciativas han sido agrupadas en las siguientes líneas de trabajo:

Perspectivas de inclusión en la aplicación de derechos humanos; Consultas indígenas con perspectiva de género; Matrimonio sin distinciones; Libre desarrollo de la personalidad y autonomía reproductiva y sexual; Obligación del Estado para erradicar la violencia contra las mujeres, Evitar la reproducción de estereotipos de género.

Producción de estadística con perspectiva de género; Planeación democrática con perspectiva de género; Igualdad sustantiva y paritaria en la designación de servidores públicos; Lenguaje incluyente; Igualdad salarial; Igualdad en la participación política

Se trata de que todas y todos tengamos un modelo de sociedad incluyente, que la diversidad se respeten y se hagan valer los derechos de todos y todas, pero además de comprometer al Estado mexicano con estas causas, con erradicar la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres.

Queremos una sociedad en la que las mujeres tengamos las garantías necesarias para desarrollarnos plenamente. No podemos seguir permitiendo una simulación cómplice que no abona en nada al ejercicio pleno de derechos.

Han pasado ya más de 65 años de que una de las mujeres votó por primera vez en nuestro país. Tarde llegó el reconocimiento de nuestros derechos al sufragio universal, a votar y ser votadas.

A pesar de tantos años transcurridos las cosas no han cambiado mucho, seguimos padeciendo la opresión de un sistema neoliberal patriarcal que se niega a morir.

Digo esto porque es hasta la reciente legislatura en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que la sociedad ha podido equilibrar la representación entre hombres y mujeres. En la actualidad, habemos 249 diputadas por 251 diputados.

En el Senado de la República sucede una situación similar, el pleno se integra por 65 senadores y por 63 senadoras. Por eso es llamada la Legislatura de la Paridad de Género.

Aunque en números parece que hemos vencido la desigualdad política, es un espejismo aún. Debemos pasar de la representación cuantitativa a una cualitativa.

Me explico. Aún y cuando una mujer preside uno de los órganos de gobierno como es la mesa de plenos de la Cámara de Diputados, lo cierto es que las coordinaciones parlamentarias están en manos de hombres.

El espacio de decisión política, que es la Junta de Coordinación Política o de gobierno, está integrada por los coordinadores parlamentarios, son 7 varones y una mujer; bueno, ahora creo que hubo un cambio en Movimiento Ciudadano ya también es una coordinadora mujer.

Como puede advertirse las decisiones de peso de la Cámara de Diputados tienen una participación limitada de las mujeres.

A eso nos referimos cuando decimos que hace falta igualdad sustantiva en la vida pública de nuestro país. No se trata de un argumento banal, es un tema de derechos. La injusticia, la pobreza y la desigualdad tienen rostro de mujer.

Según el Coneval y el INEGI en este último año, 52% de las mujeres fueron económicamente activas, cifra que asciende a 83% en los hombres.

Es decir, solo 5 de cada 10 mujeres somos parte de la población económicamente activa, mientras que 8 de cada 10 hombres participan en alguna actividad económica.

Es una cifra descomunal e indignante, pero muestra la enorme brecha de desigualdad y de derechos que aún existe.

En resumen, los varones ocupan mejores puestos laborales, obtienen mayores ingresos, tienen más prestaciones en el empleo, alcanzan un mayor nivel educativo y prácticamente no se enfrentan a la violencia sexual.

Sólo por citar un ejemplo me permito señalar que un jugador de futbol profesional puede ganar al mes un millón de dólares mientras que la mejor jugadora profesional del país recibe un sueldo de tres mil pesos. De ese tamaño es la brecha salarial que hoy padecemos

En el Instituto Nacional de las Mujeres ha señalado que, de los más de 21 millones de beneficiarios de programas sociales, el 51.2 por ciento de la población beneficiaria son mujeres.

En los últimos 10 años el nivel escolar de las mujeres ha aumentado en mayor proporción que la de los hombres; los cambios en la integración de las cámaras legislativas no es un asunto gratuito.

El rezago educativo es mayor en contextos de pobreza, asciende a 40% en los jefes de familia y varones y 50% en las jefas.

La incidencia de pobreza es mayor conforme las jefaturas son más jóvenes o de edad avanzada, indistintamente de su sexo.

Los hogares con jefaturas femeninas presentan mayor número de integrantes en edades teóricamente no laborales, es decir, población menor de 15 años o de 65 o más.

De 2008 a 2018, alrededor de la tercera parte del ingreso de los hogares correspondió a aportaciones de mujeres.

La menor participación de los ingresos de las mujeres respecto de los hombres es reflejo de las menores percepciones laborales, la menor participación económica y en general, de la menor autonomía económica que presentan las mujeres respecto de los hombres.

Las mujeres dependen más de los ingresos de fuentes indirectas, es decir, de recursos provenientes de otros hogares o de programas gubernamentales, situación que se agudiza en contextos de pobreza.

También debemos añadir que la violencia en contra de nuestro género se encuentra en niveles preocupantes de incidencia y de impunidad, la pandemia y el confinamiento social han agudizado este flagelo.

Las manifestaciones y expresiones legítimas de rechazo a la violencia contra las mujeres son un punto determinante para un cambio en la sociedad. Un punto de inflexión.

Hay alternativas, hay futuro. Es preciso que todas y todos participemos en este cambio.

El cambio en el 2018 se debió en gran parte a la participación de las mujeres. En nuestro país avanza, poco a poco, mucho tiene que ver con lo que hacemos en casa para cambiar esta difícil situación

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, si las mujeres pudieran participar en el mercado laboral de la misma manera que los hombres, el Producto Interno Bruto de la economía global podría aumentar alrededor del 26 por ciento.

Necesitamos corresponsabilidad.

En el hogar debemos fomentar que los quehaceres domésticos y la carga de este trabajo se distribuyan de manera equitativa.

Hombres y mujeres debemos gozar de nuestros derechos en igualdad de condiciones, esto nos daría oportunidad para acceder a un puesto de trabajo, tener mejores ingresos, ser autónomas financieramente, construir un patrimonio, acceder a créditos, perfilar un fondo de retiro, entre otras muchas situaciones que redundarían en beneficio no solo de las mujeres sino de toda la sociedad.

Sólo un pequeño cambio en nosotras y nosotros puede transformar nuestra realidad. Desde nuestro hogar y desde el espacio donde nos desenvolvamos debemos abonar al cambio.

Estas iniciativas plantean romper con la reproducción de estereotipos como el que advierte que las “labores del hogar son cosas de mujeres”.

Estamos en condiciones de reconocer que la sociedad ha cambiado, que las exigencias son distintas y que los derechos humanos son la clave para el desarrollo nacional.

En las cuatro mesas que integran este foro, se abordarán temas de gran trascendencia para las reformas constitucionales que esta comisión de Puntos Constitucionales tiene la disposición de llevar al pleno de la Cámara.

En el primer borrador de dictamen tenemos previstos 19 artículos que habremos de modificar de nuestra Carta Magna para establecer a la igualdad sustantiva como el eje de las relaciones entre la sociedad y el Estado.

Muchas gracias a todas y todos y nuevamente sean bienvenidos a este encuentro de Parlamento Abierto.

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