DIPUTADA ALMA DELIA NAVARRETE RIVERA (ADNR). Con el permiso de la presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores. Las mujeres el día de hoy nos encontramos haciendo resonar nuestra voz de continente en continente, transgrediendo mandatos, construyendo ciudadanía centímetro a centímetro. Gisela López.

El 17 de octubre del año 1953, hace apenas 68 años, las mujeres mexicanas fuimos reconocidas como ciudadanas, apenas. Tras la publicación en el Diario Oficial de la modificación al artículo 34 y 35.

Esto pasó 129 años después de que ya había una Constitución en este país y de que fueron reconocidos los derechos civiles de los varones.

A pesar de las exigencias y aportaciones de nuestras ancestras, las mujeres, realizadas desde 1821 y pese a su participación en todas las transformaciones del país, participaciones que fueron desde la Independencia hasta la Revolución de 1910, a pesar de construir con sus manos, mediante el trabajo doméstico y de cuidados, pero también con el productivo, cultivando la tierra que por cierto no les pertenecía y trabajando en fábricas siempre con un salario inferior.

Es debido a esta nulidad de derechos y de reconocimiento de su ciudadanía que la brecha de desigualdad comenzó a acrecentarse en nuestro país. Actualmente, todos sabemos que se necesitan aproximadamente 135 años para llegar a una igualdad sustantiva.

Compañeras, esta tribuna es nuestra, esta Cámara es nuestra, el Congreso es nuestro gracias a ellas.

No esperamos falsos debates, gracias a ellas estamos hoy aquí; pese a la oposición, que si por ella fuera, de ninguna manera estaríamos hoy las mujeres; pese a que tuvieron en sus manos la transformación y ayudar a las mujeres, nunca lo hicieron.

Hoy se dicen feministas, hoy se dicen ecologistas, falso debate solamente.

A ellas, a esas mujeres, a las que han luchado con su trabajo y con su vida que han cambiado paradigmas, hoy estamos aquí en la Cámara paritaria, conformada exactamente por 250 mujeres.

México, por cierto, ocupa el sexto lugar en el mundo, de mujeres legisladoras. Nuestro grupo parlamentario, el de Morena, está conformado por el 51.7 por ciento de mujeres.

Nuestra vicecoordinadora es mujer y a nivel federal tenemos el primer gabinete paritario, no lo olvidemos. Se demuestra con hechos, no con discursos.

El que tuviéramos el reconocimiento de nuestra ciudadanía en 1953 no fue ninguna concesión graciosa, fue gracias a la lucha de muchas mujeres. Somos la realización del sueño de Hermila Galindo, de Elvia Carrillo Puerto, de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, de Ester Chapa, de Rita Cetina Gutiérrez, de Eulalia Guzmán, Luz Vera y tantas heroínas que nos dieron “matria”, por eso trabajamos para ellas, para cambiar los paradigmas, conquistar los espacios de poder y de decisión que nos fueron negados por tantas décadas y construir un México de verdadera igualdad.

Un México en el que por primera vez una mujer pueda ser presidenta, en donde cualquier niña pueda soñar con gobernar un país y sepa que esa realidad es posible.

Un México donde las limitantes no las constituya ni el sexo ni el género. Un México de igualdad de oportunidades en el que no se deje a nadie afuera ni a nadie atrás.

Un México sin matrimonio infantil, sin violencia en el que todas seamos responsables del trabajo doméstico, y en el que las niñas vivan una niñez plena. Un México con educación sexual y reproductiva en que las mujeres podamos decidir sobre nuestras vidas y sobre nuestros cuerpos. Un México soñado por nuestras ancestras y actualmente por muchas mujeres.

Un México que depende de nosotras y nosotros materializarlo para que en menos de 68 años esa realidad sea posible.

Por eso les digo, legisladoras, ni un paso atrás sin nosotras; por eso hoy la Cuarta Transformación es feminista, paritaria, incluyente y diversa.

Muchas gracias