DIPUTADA SALMA LUÉVANO LUNA (SLL). Con el permiso de la presidencia.

Estimadas diputadas, diputados y diputades está 65 Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad no podía dejar de pronunciarse con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Trans, el 31 de marzo.

Desde 2009, el 31 de marzo de cada año es una fecha declarada para concientizar a la población sobre la discriminación y la violencia a la que enfrentamos las personas trans: travestis, transgénero y transexual, 3 palabras con la misma raíz etimológica y muchas veces con el mismo final fatídico.

Ser trans conlleva a escarnio, dolor, segregación, violencia e incluso muerte; ser trans significa tener una esperanza de vida menor que el resto de la población. Los transfeminicidios y el VIH son sus más recurrentes amenazas, además de los discursos de odio.

La ignorancia, los prejuicios y el conservadurismo fungen como catapulta de (inaudible) utilizadas como arma de destrucción.

31 de marzo es un día de festejar, es un día de la visibilidad trans y aquí estamos las mujeres trans orgullosamente. Venimos a representar este espacio que además históricamente se nos había negado y que hoy día estamos aquí para luchar por nuestros derechos y dignificar esa lucha que nos ha costado vidas, muchas, muchas vidas, y no podemos permitir, aquí en la máxima casa, que se den estos discursos de odio que no podemos permitir, y les hago un llamado a todas las bancadas, a todas, porque hoy soy yo y si lo permitimos mañana van a ser ustedes.

Y si yo, como legisladora, estoy sufriendo está discriminación, imagínense mis hermanas, mis hermanos, allá afuera. Eso pone en contexto, precisamente, toda esa desigualdad, toda esa discriminación y toda esa lucha por la que hoy estoy aquí parada orgullosamente, y con la frente en alto.

No permitamos, compañeras, compañeros y compañeres, a que continúe este tipo de situaciones.

Esta discriminación es porque no solamente es a mí, a Salma, es a toda nuestra población, y no queramos confundir que es libertad de expresión, porque son discurso de odio y el discurso de odio es la antesala de los crímenes de odio. Nos están matando. No permitamos. Seamos empáticos y empáticas.

Y también les pido que apoyemos a María Clemente. Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero hay que apoyarla y esa circunstancia sucede precisamente por ese hartazgo que tenemos de toda esta discriminación, y no permitiré, no hasta el último día de mi gestión, sino hasta el último día de mi vida, que sigan estos señalamientos y esta discriminación hasta que la dignidad se haga costumbre. Es cuanto.