DIPUTADA SOCORRO IRMA ANDAZOLA GÓMEZ (SIAG). Con el permiso de la Presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores, la vida del ser humano en el planeta ha constituido un factor disruptivo para el medio ambiente debido a su necesidad de adaptarse y servirse del entorno natural para su supervivencia y desarrollo.

El progreso alcanzado en los siglos XX y XXI, lejos de mejorar esta situación, ha significado una degradación ambiental acelerada que nos obliga a replantearnos la forma en cómo nos relacionamos con él.

Si aspiramos a un vínculo equilibrado y armónico que garantiza la permanencia de la flora y la fauna de los recursos naturales y de la vida humana, es necesario reconocer la enorme importancia que tiene el desarrollo sustentable, el cual supone la administración integral, eficiente y racional de todos los recursos a fin de que sea posible mejorar el bienestar y la calidad de vida de las generaciones presentes, sin comprometer la de las generaciones futuras.

El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático de 1998, prevé acciones cuyo propósito es evitar la extinción de las especies animales y vegetales, la preservación y uso racional de los recursos energéticos no renovables, el uso de energías limpias, el manejo adecuado de los desechos y la prevención de los efectos del cambio climático.

Sin embargo, para conseguirlo, es necesario crear conciencia del problema y generar en las niñas, niños y adolescentes de hoy, un compromiso con el medio ambiente y la sustentabilidad planetaria.

La Convención sobre los Derechos del Niño establece en los artículos 27 y 29, que los menores deben de gozar de un nivel adecuado de vida para su desarrollo físico y mental, y que la educación de la niñez debe inculcar el respeto al medio ambiente.

Del mismo modo, el artículo 3o de la Constitución mandata la obligación de incluir en los planes y programas de estudio el conocimiento del cuidado al medio ambiente. Mientras que el artículo 4o ordena que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, disposiciones que también adopta la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en los artículos 15, 43 y 57.

En este contexto, naciones como Suiza, Luxemburgo, Singapur y Alemania ya están trabajando desde el ámbito educativo para volverse más sustentables y así constituir un entorno más sano para todas y todos.

Por lo anterior, en el Grupo Parlamentario de Morena votaremos a favor de la reforma al artículo 57 de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, para establecer la obligación de educar a niñas, niños y adolescentes en el respeto al medio ambiente, inculcando en ellos la adopción de estilo de vida sustentables, así como concientizarlos sobre las causas efecto del cambio climático.

En Morena trabajamos para asegurar el bienestar de las generaciones presentes y futuras, así como garantizar el derecho de la niñez a una vida digna y a un medio ambiente sano. Es cuanto.

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