DIPUTADO RUBÉN CAYETANO GARCÍA (RCG). Con su venia, presidente Adame.

Senadores y senadores, diputadas y diputados miembros de esta Comisión Permanente, es un honor para mí, como abogado, incidir, tanto en la composición de órganos jurisdiccionales, apostando por su eficiencia con prontitud, expeditez y gratuidad de la justicia, y tomar parte en este asunto.

Quienes apostamos por la refundación del sistema de justicia o de impartición de justicia en todas sus áreas, civil, penal, familiar, administrativa, aparo, constitucional, etcétera, tenemos la esperanza de que más temprano que tarde, además de acabar con la corrupción, se cumpla con el ideal de Morelos de que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario, todo esto frente a los lastres que existen en todos los niveles jurisdiccionales: primera, segunda instancia, constitucionales, en todos; nepotismo, tráfico de influencia, acoso sexual y laboral, fraudes procesales, conflictos de intereses, corrupción e impunidad, entre otros lastres que imposibilitan el acceso y la concreción de la justicia.

Quien antecede en el uso de la palabra para venir a hablar en contra, sólo les digo que van a quedar, una vez más, completamente exhibidos.

Se dijo aquí que el Presidente de la República demanda 90 por ciento lealtad y 10 por ciento capacidad. Mienten. El Presidente dijo 90 por ciento honestidad. No hay ninguna subordinación a ningún tribunal del país. Cambiaron el término lealtad por el de honestidad. Bueno, ahí están los vídeos, le pido que consulte los dichos del Presidente en YouTube y se va a dar cuenta.

¿Con qué autoridad moral vienen a alegar un razonamiento, un voto en contra si saben que se cumplen con los requisitos, como lo han reconocido aquí? De todas maneras dicen no. Pues eso ya es un asunto de ustedes. A nosotros antes nos cuestionaban, decían que a todo decíamos que no y como no nos escuchaban nuestros razonamientos pues ahora ustedes creen que sólo decir no es un buen argumento. No. Lo que pasa es que ustedes no nos escucharon nuestros fundamentos de oposición porque teníamos un proyecto de nación, ustedes no tienen nada. Así de claro. No tienen ningún argumento, no tienen proyecto, lo único que defienden son intereses.

Hablan de una imposibilidad política del propuesto y que aquí se va a ratificar del licenciado Julio Sabines. Está en la ley, no se fractura, no se afecta, ni siquiera un imperativo ético.

Ahora resulta que pretender representar o ser representante popular por el movimiento más limpio, más ético y de mayor prestigio en México, se pretenda manchar la legítima aspiración y el derecho pleno a impartir justicia en nuestro país.

Es inverosímil que presenten esos argumentos infundados. El asunto es muy sencillo: si no hay impedimento ni se afecta la autoridad moral, lo procedente es la aprobación y así lo solicitamos.

Finalmente, en términos del artículo 61 constitucional, como representante de la nación, que señala que no puedo ser reconvenido ni acotado en mis dichos, por lo que pido que se abstengan a hacerme alguna moción del tema y respeten mi libre determinación desde esta tribuna, nada más concluyo con lo siguiente: nosotros no vamos a permitir que quienes gobernaron e hicieron sendos negocios al amparo del poder, en detrimento de la salud de los mexicanos, que antes inyectaban agua y permitieron el monopolio de farmacéuticas muy convenientemente, ustedes no nos van a causar ningún contratiempo en resolver con justicia social el rezago de salud y desastroso que nos heredaron; como no tienen proyecto sólo les queda la descalificación; oportunistas, simuladores, carroñeros de los 7 mil chaneques.

Es cuanto. Muchas gracias.