El 17 de octubre de 1953, las mujeres mexicanas lograron su ciudadanía; derecho a votar, y ser votadas, tras décadas de lucha de maestras, periodistas, políticas, sufragistas, feministas: “las Violetas del Anáhuac, las mujeres normalistas, la Alianza de Mujeres, Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Amalia González Caballero” y muchas más.

La diputada Beatriz Rojas Martínez afirma que; la lucha por los derechos político-electorales de las mujeres en nuestro país, al igual que en todas las esferas de la vida pública y privada, ha sido larga, complicada y llena de obstáculos.

Expone en una pequeña remembranza que, el derecho al voto se concretó en 1953, y hasta 40 años más tarde(1993), se legisla para “promover”, mas no obligar, que los partidos postulen a mujeres en candidaturas, posteriormente, para que las diputaciones y senadurías no excedieran el 70% del mismo género(hombre). Hasta 2002, una reforma electoral “obliga” a los partidos a inscribir por lo menos el 30% de candidaturas de mujeres, más adelante en 2007, cambia al 40%. Pero como era de esperarse, la cultura machista busco mantener el poder, y en 2011, 8 diputadas ganadoras fueron obligadas a pedir licencia permanente para que sus cargos los ocuparan sus suplentes, que por coincidencia eran hombres (esposos, hermanos, parientes y padrinos políticos), aprovechando las lagunas en la legislación.  Por ello se da una reforma que hace obligatorias, las candidaturas y suplencias del mismo género. Y en 2014 por fin, se aprueba la reforma constitucional al artículo 41, y el concepto de “paridad” comienza a abrirse paso.

En la 64  Legislatura, la “legislatura de la paridad de género”, el 48.2 % de las curules fueron ocupados por mujeres, se concretó la llamada, “Paridad en Todo” con 9 artículos constitucionales y más de 80 leyes reformadas, para establecer la igualdad de las mujeres en la designación de puestos titulares, dirección y de toma de decisiones dentro de la administración pública federal y órganos autónomos.

Hoy en esta 65 legislatura, Beatriz Rojas celebra que; la paridad en ocupación de curules es una realidad con el 50%, pero también expone que; los espacios de coordinación y toma de decisiones aún están ocupados por hombres, como la Junta de Coordinación Política, que deriva de las Coordinaciones de los Grupos Parlamentarios.

Y así también, el poder ejecutivo sigue siendo desigualitario, después del proceso electoral de 2021, solo 7 mujeres gobernarán en el país, seis de ellas fueron electas en dicho proceso y sumándose la ya gobernada Ciudad de México. Es decir, de las 32 gubernaturas de los estados, habrá solo 7 mujeres gobernadoras, lo que demuestra que a las mujeres nos queda mucho camino por avanzar, para lograr la plena igualdad en la vida pública de nuestro país.

La diputada asegura que, en esta nueva legislatura, se aprobaran las reformas necesarias, para la “consolidación” de la paridad en todo. Y por ello presenta una Reforma al artículo 50 Constitucional, con el objetivo de visibilizar la participación de las mujeres en el poder legislativo, y que sean nombradas las diputadas y senadoras que conforman el Congreso de la Unión.

Beatriz Rojas explica que; el cambio en cuanto lenguaje incluyente es, o parece sencillo, pero representa una transformación cultural y política enorme, pues lo que no se nombra, no existe, y durante mucho tiempo, al hacer uso de un lenguaje sexista, las mujeres no hemos existido y por ende, somos discriminadas. Nombrar a las mujeres es hacerlas visibles como protagonistas de la historia y del poder; hemos luchado y ganado múltiples batallas por los espacios que hoy ocupamos. Por ello, ¡debemos ser nombradas!