LXVI LEGISLATURA

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A unos días de haberse cumplido los primeros siete años de la transformación, México vuelve a dar un paso firme hacia la justicia social. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la creación de las Farmacias del Bienestar, una política pública que es, al mismo tiempo, la declaración contundente de que en nuestro país la salud no puede seguir siendo un privilegio.

Este programa inició en el Estado de México con 500 módulos instalados en unidades del IMSS, IMSS-Bienestar y Tiendas del Bienestar. Es el arranque de una política que baja al territorio, toca las colonias, llega a los pueblos y se instala donde realmente vive la gente.

La meta, para marzo de 2026, es tener presencia en todo el país y garantizar el acceso gratuito a medicamentos para quienes más los necesitan. Se trata de un cambio profundo. Durante décadas, millones de personas padecieron un sistema que las obligaba a recorrer kilómetros, formarse por horas o pagar de su bolsillo lo que debió ser un derecho.

Las Farmacias del Bienestar rompen con esa lógica. Descentralizan la entrega de medicinas, llevan los tratamientos a las comunidades y se articulan con uno de los programas más humanistas de esta etapa, denominado Salud Casa por Casa.

Tanto las personas adultas mayores como quienes viven con una discapacidad y quienes enfrentan enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión serán los principales beneficiarios. No es menor, ya que, en miles de hogares, el gasto en medicamentos ha sido la línea entre comer o tratarse, entre mejorar o dejar que la enfermedad avance.

Con este nuevo esquema, se elimina esa carga económica y también se previenen complicaciones y hospitalizaciones que tanto lastiman la economía familiar. Además, el abasto está diseñado para garantizar dos meses de suministro continuo.

Ese simple dato representa estabilidad, tranquilidad y dignidad para millones de familias. Que Birmex se encargue de la distribución también es una señal de que el Estado recuperó capacidades estratégicas que durante años fueron abandonadas.

Por supuesto, el reto es grande. La distribución en comunidades rurales, la capacitación del personal y la sostenibilidad financiera exigirán constancia y coordinación, pero ningún proyecto de transformación nace sin adversidades. Lo importante es que la dirección está fijada y el compromiso es claro: acercar la salud al pueblo.

Las Farmacias del Bienestar son, en esencia, un acto de justicia. Un recordatorio de que gobernar es cuidar, acompañar y responder a las necesidades reales de la gente, a siete años del inicio de la Cuarta Transformación.

México empieza a vivir lo que durante mucho tiempo fue una aspiración: un sistema de salud que pone a las personas en el centro y entiende que un país solamente puede avanzar cuando su gente tiene garantizado lo más básico, que es la posibilidad de vivir con bienestar.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X: @RicardoMonrealA

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