DIPUTADA LORENA VILLAVICENCIO AYALA (LVA). Agradecer, como siempre, a los medios de comunicación que nos acompañan.

Decirles que trataré de ser lo más breve, porque además estamos iniciando la Comisión de Justicia con una serie de dictámenes que van a ser de mucha relevancia y, seguramente, serán aprobados por el Pleno.

Sin embargo, en virtud de que ya estamos en el proceso de conformación del Comité Técnico para la elección del Consejo General del INE, sí me gustaría hacer un pronunciamiento al respecto.

Me parece muy importante, en virtud, evidentemente, de que tenemos un mandato como legisladores y la sociedad en su conjunto para garantizar el tema de la paridad.

Y decir que en el 2021, tendremos una de las elecciones más grandes de la historia de nuestro país. Estamos hablando de la renovación de la Cámara de Diputados, 13 gubernaturas, 27 congresos locales y 28 entidades renovarán sus ayuntamientos; miles de hombres y mujeres competirán por cargos de elección popular, algunos con el anhelo genuino de asumir la responsabilidad de poder servir y beneficiar a su comunidad, y otros cuantos, que ojalá sean los menos, se registrarán en el proceso electoral para beneficiarse a sí mismos con los recursos del Estado.

En este proceso electoral, sin duda, se pondrá en juego mucho del futuro del país, porque las personas que resulten electas de ellas dependerán las decisiones para prevenir y erradicar la violencia que diariamente cobra 10 vidas de las mujeres por el simple hecho de haber nacido mujeres.

De ellos dependerá construir una sociedad más igualitaria y con mayores oportunidades de desarrollo para las mujeres, con políticas públicas que permitan su adelanto y reduzcan las brechas de género que en cada uno de los aspectos del desarrollo muestran rezago, la marginación y la desigualdad que vivimos millones de mujeres en el país.

De los congresos y cabildos paritarios dependerán los presupuestos para que las mujeres tengan acceso a las oportunidades de bienestar, y si no somos capaces como país de lograr verdaderos espacios paritarios, donde las mujeres podamos decidir nuestro futuro con poder real, entonces seguiremos encontrando huesos en el desierto y publicando fotografías en las redes y en las esquinas, buscando desesperadamente a quienes la violencia misógina nos ha arrebatado.

Pero para que el resultado de la elección sea realmente paritario es necesario que el Instituto Nacional Electoral, en su papel de organizador y árbitro de la contienda, sea también paritario. Cuatro consejeros terminan su periodo, una mujer y tres varones. Recordemos que actualmente de los 10 consejeros 4 son mujeres y 6 son hombres, más el consejero presidente, que también es hombre. Es decir, tiene una diferencia de 7 a 4.

Retirando los consejeros que terminan su periodo lectivo el 3 de abril, se tendría un Consejo de 4 hombres y 3 mujeres a la espera de nuevas elecciones. Derivado que el presidente actual es hombre, para poder garantizar una efectiva paridad en el Consejo General, debería integrarse por 5 hombres y 6 mujeres, dado el peso que tiene el consejero presidente en el accionar del Instituto, lo que nos conlleva a la necesidad de que en este proceso se garantice la entrada de tres consejeras y un consejero.

En este contexto se requiere un Consejo General paritario que sea capaz de comprender la dimensión de la violencia política por razones de género, que tenga la voluntad para organizar procesos electorales que identifiquen todas las trabas que enfrentan miles de mujeres en la contienda electoral, producto de años de sometimiento y discriminación.

Necesitamos mujeres que defiendan los derechos político-electorales de las mujeres.

En el siguiente proceso electoral nos jugamos mucho del futuro de nuestro país, el futuro de las mujeres, por ello es indispensable que el árbitro electoral esté a la altura de nuestro tiempo y esto no es una concesión graciosa, es una necesidad imperiosa para que cese la violencia contra las mujeres y garanticemos realmente el tema de la paridad.

Lo que se pretende actualmente en la convocatoria que emitió la Cámara de Diputados dónde se va a constituir un Comité Técnico o que está ya en proceso de constitución cuando se señala que serán al menos dos mujeres, me parece que no estamos cumpliendo con el principio de la paridad. No es al menos dos mujeres para que queden dos mujeres.

Lo que estoy pidiendo, y seguramente será apoyado por el conjunto de mujeres que integramos esta Cámara, es que no sean dos mujeres y que lo vayan valorando desde este momento, y que sean tres mujeres para que realmente logremos la paridad en la integridad del Consejo General del INE.

Y hago esta esta declaración porque no quiero que se normalice el hecho de que van a ser dos mujeres cuando en realidad, para lograr la paridad tienen que ser tres mujeres.

Y bien, pues éste era mi comentario. Agradezco mucho a los medios y si tuvieran alguna pregunta, adelante.

Muy bien.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/6ubfJA6NPko