DIPUTADA ERIKA VANESSA DEL CASTILLO IBARRA (EVCI): Es cuanto. Con su venia, presidenta. Cuántas de nosotras, de nuestras representadas, no han sido víctimas de toda clase de delitos, delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal. Basta con una sola para declarar intolerable tal agravio, para levantar la voz y denunciarlo y actuar de inmediato e impedirlo, prevenirlo y repararlo.
Por eso pregunto, ¿por qué las mexicanas llegamos a padecer la peor brecha salarial de género de América Latina, más aguda que de Guatemala, Honduras o Salvador? Desempleadas, mujeres indígenas jóvenes de menores de 30 años.
Las cuatro décadas de devastación neoliberal también agudizaron el conservadurismo cultural que toleró la discriminación por género en el lugar de trabajo e impidió mayor participación de las mujeres en puestos de liderazgo y alta dirección. PRI y PAN, a su manera, perpetuaron el sometimiento y la sumisión de toda mujer, no solo de las empobrecidas.
Para terminar, quiero pedirle, presidenta, un minuto de silencio para todas esas mujeres médicas, enfermeras, y que se han dedicado a la limpieza en la primera línea contra el Covid en los hospitales, que ellas también han dado la vida por todas y todos nosotros.
Amo a las mujeres desde su piel, que es la mía, como decía Gioconda Bailey, nicaragüense poeta. Nunca más sin nosotras. Es cuanto.