DIPUTADA MARÍA DE LOS ÁNGELES HUERTA DEL RÍO (MAHR). Con el permiso de la presidencia.

Imaginemos todos un país en el que por fin la oposición y el gobierno, juntos, todos, acordamos las decisiones necesarias para que, efectivamente y entre todos podamos transformar a este México que tanto nos preocupa y nos importa.

Imaginemos todos un conjunto de legisladoras y legisladores, que en lugar de debatir, enojarse, trampear, contradecir o hacer demagogia verbal, logramos todos hacer leyes en favor de los mexicanos.

A lo mejor, a lo mejor, hoy podemos seguir haciendo historia; a lo mejor, hoy con las senadoras y senadores de la oposición encontramos el camino para lograr lo que nosotros llevamos más de un mes pidiéndole a esta asamblea.

Nosotros hemos estado hace ya muchos días pidiendo la posibilidad y el voto para hacer un periodo extraordinario en la Cámara de Diputados que nos permita procesar los tres desafueros y también, y muy urgente, acompañar a los empresarios y a los trabajadores en este complejo proceso del outsourcing o la subcontratación. Que de pronto hoy y mágicamente, logremos que en efecto, en un solo periodo extraordinario en la Cámara de Diputados, todos juntos votemos porque se haga justicia en este país.

Porque las decisiones de la Instructora puedan llevarse a efecto y se haga el desafuero para los ciudadanos, o los diputados que están en este proceso y sea la justicia; porque no somos nosotros, los diputados quien tomaremos esa decisión, sino la justicia mexicana, quien finalmente va a decir respecto a ese asunto.

Pero, entonces, estaríamos dándole a la nación un extraordinario mensaje, por fin, por fin hemos entendido que en este país no se trata de estarnos peleando por algo que todos deseamos que ocurra.

Todos sabemos que a este país hay que transformarlo de una vez, que no podemos seguir con la impunidad ni la corrupción que en el pasado ha destrozado tanto el futuro de todos los mexicanos. Parece que podemos soñar con eso.

Yo estoy muy contenta de imaginar, de pensar, y de que por fin se lleve acabo un momento, hoy, en el que, en lugar de votar en contra y a favor, y “yo sí quiero que haya desafuero, pero cuando se ven las votaciones, ya voté en contra porque yo quería que metieran mejor esto y lo otro”, puro obstruccionismo, puras trampas inútiles, pura verborrea dicha aquí, pero que en el papel se traduce en un voto en contra del extraordinario, eso lo sabemos todos.

¿Por qué en lugar de eso no le pedimos atentamente a esta oposición que sea congruente con lo que todos necesitamos? ¿Qué necesitamos?

Lo decía ya una senadora: un tiempo para que efectivamente los empresarios tengan la posibilidad de hacer los trámites y las cosas necesarias para que, finalmente, el outsourcing quede adecuadamente regulado, pero a tiempo también, para que los trabajadores de este país queden también satisfechos con el proceso, y que nadie vaya a tener desventaja por culpa de los tiempos o de esta ley.

Qué sueño, ¿no? Todos los trabajadores que hoy nos escuchan deben estar muy, muy contentos, de que no van a quedar sin empleo, de que los empresarios van a hacer lo que tienen que hacer para procesar a tiempo los cambios necesarios y, además, vamos a lograr que tres procesos de desafuero se cumplan al fin, para que la justicia que, es ese elefante, el más lento de mover, en esta transformación empiece por fin a trabajar como debe.

Celebro, si fuera cierto, que vamos a caminar con una posibilidad real el día de hoy para lograr un periodo extraordinario en el que quienes más van a congratularse, sin ninguna duda, son todos los mexicanos.

Es cuanto, presidenta. Muchas gracias.