DIPUTADA MIROSLAVA SÁNCHEZ GALVÁN (MSG). Buenas tardes.

Con el permiso de la Presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores:

La iniciativa que hoy presentamos ante esta soberanía, simple en sus objetivos, contempla contar con una receta médica electrónica o escrita que refleje el diagnóstico médico obligatorio. Ello, con la finalidad de facilitar el seguimiento de anticipar problemas afines al paciente.

Existen varios elementos que demuestran que algo tan simple como una receta médica puede generar dificultades para el paciente o las personas que lo asisten, ya sea por la poca legibilidad, prescripción accidental, medicamento o dosis erróneas o por la falta de diagnóstico.

Integrar el diagnóstico médico obligatorio en la receta no solo ayudaría a dar solución a algunas de las problemáticas más comunes, sino que, de presentarse nuevamente el caso, el diagnóstico ayudaría a detectar el problema o al tratarse de negligencia podría usarse para no cometer el mismo error dos veces.

En suma, la actual iniciativa suscrita por el Diputado Luis Javier Alegre Salazar, integrante del grupo parlamentario de Morena, ha sido realizada para fortalecer al sector salud en estos difíciles tiempos, así como lo han sido las iniciativas presentadas anteriormente para mitigar los graves problemas de obesidad y diabetes en nuestro país.

En México nos encontramos en el primer lugar a nivel mundial de obesidad infantil. Tres de cada 10 niños y niñas entre cinco y 19 años padecen sobrepeso u obesidad. En el caso de adultos nuestro país ocupa el segundo lugar en obesidad, mientras que la diabetes mellitus hoy ha alcanzado aproximadamente el 9.4 % de la población.

En este contexto y frente a tan alarmantes cifras, en el 2016 la Secretaría de Salud emitió dos declaratorias de emergencia epidemiológica, una por obesidad y otra por diabetes. Ante esta problemática resultó necesario actuar de manera urgente sobre los determinantes sociales y comerciales de la salud que propician el crecimiento acelerado del sobrepeso y la obesidad, y que derivan en un incremento en la ingesta de alimentos procesados y ultra procesados de alto contenido calórico y bajo valor nutrimental.

De esta manera, esta soberanía aprobó la implementación de un etiquetado frontal de advertencia, una herramienta de prevención y promoción de la salud pública, que entra en una estrategia amplia e integral y basada en evidencias sólidas.

Asimismo, nuestro grupo parlamentario está impulsando nuevas estrategias regulatorias que contengan la distribución y venta de comida chatarra en alto contenido calórico para nuestras niñas y niños.

El vínculo entre la comida procesada y la obesidad está documentado y empieza desde la infancia. La evidencia demuestra que el consumo de alimentos y bebidas no saludables ocasiona un incremento de peso, llevando la obesidad y teniendo una relación directa con el riesgo de diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares.

Esto cobra aún más sentido con la pandemia ocasionada por el Covid-19 y que estamos enfrentando. Vivimos una compleja situación no solo en México, sino en todo el mundo, donde se han incrementado los problemas de salud de la población derivado de las pandemias.

Esta pandemia ha afectado todas las actividades humanas, principalmente aquellas en las que concurren numerosas cantidades de personas debido a su rápida propagación.

Lo anterior se suma al difícil control de la enfermedad por la falta de un tratamiento y de protocolos de prevención de la salud que sean ampliamente aceptados y probados por la comunidad científica. Esto a nivel mundial.

No son momentos para bajar la guardia, como legisladores debemos impulsar reformas que ayuden a mitigar una de las principales comorbilidades de la enfermedad Covid-19, como es la obesidad y fuente de diversos padecimientos crónico-degenerativo para nuestra población.

Es cuanto.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/e9Vk6GGcpKU