DIPUTADO EMMANUEL REYES CARMONA (ERC).  Muy buenas noches, compañeras, compañeros. Con su permiso, señor gobernador, perdón, presidente. El día de hoy vengo... perdón, perdón. Con su permiso, presidente.

Gracias. Gracias. El día de hoy vengo a presentar a esta máxima tribuna de la nación la presente iniciativa que reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que además tiene por objeto incorporar un lenguaje inclusivo con enfoque en derechos humanos y con una perspectiva de género para reconocer a las jefas de familia, ya que el artículo 123, apartado A, fracción VI, párrafo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no reconoce a las jefas de familia, pues cito a la letra.

“Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando además las condiciones de las distintas actividades económicas”.

Sin embargo, es elemental reconocer que el lenguaje no es solamente una mera herramienta mediante la cual expresamos y comunicamos nuestros pensamientos, sino que también el lenguaje construye nuestro pensamiento y a través de él entendemos el mundo.

El uso de ciertas palabras o la omisión de ellas para definir y dirigirnos a determinados colectivos, pueden contribuir a la invisibilización o, por el contrario, a potenciar un reconocimiento e identificación.

El idioma es un reflejo de las sociedades, trasmite ideología, modos, costumbres y valores, en las sociedades patriarcales el lenguaje está plagado de una androcentrismo que se manifiesta en el uso del uso del masculino como genérico, lo que produce un conocimiento sesgado de la realidad, coadyuvando a la invisibilidad y a la exclusión de las mujeres en todos los ámbitos.

Es importante que en esta LXV Legislatura impulsemos todas las precisiones necesarias y suficientes para visibilizar lingüísticamente a las mujeres y cada uno de los roles que desempeñan. Por eso, es muy importante celebrar que en esta LXV Legislatura haya una total paridad de género, 250 mujeres y también 250 hombres. Ello obliga que todos los marcos normativos, todas las leyes secundarias, por supuesto las constitucionales, reglamentos y todo lo demás pueda estar emparejado, pueda estar empatado, pero además pueda ser inclusivo de todas y de todos.

Lo que representa que, en la dinámica social y económica, así como en las necesidades expresadas en las familias mexicanas, han impulsado que las mujeres mexicanas tengan un incremento en la toma de decisiones y también, por supuesto, de las jefaturas de las familias conformándose en estas como nucleares monoparentales o de otro tipo.

Por cierto, quiero decir que en nuestro país el sexo femenino es de 61 millones de mujeres, pues se estima que 69 de cada 100 hombres son jefes de familia y 49 de cada 100 mujeres son jefas de familia, existiendo solo una estrecha diferencia entre ambos sectores.

En este sentido, es imperativo categórico ejecutar las acciones pertinentes a fin de generar un lenguaje incluyente que se convierta en una realidad palpable y una normativa en la que manejemos de manera adecuada una sinergia de géneros.

Por lo que se propone reconocer a las jefas de familia que tanto aportan a esta sociedad, vamos pues por una reforma que incluya, visibilice y reconozca a todas las mujeres mexicanas que nadie se quede atrás y que nadie se quede afuera. Por eso, Morena está legislando para transformar. Es cuanto.