DIPUTADO ISMAEL BRITO MAZARIEGOS (IBM). Compañeras y compañeros legisladores, hace 109 años el país vivió uno de los episodios más dolorosos de su historia, la Decena Trágica, un ataque golpista que terminó con la vida y el gobierno demócrata de Francisco I. Madero. Luego de más de tres décadas de porfiriato, un régimen que mantuvo al pueblo en la opresión y la miseria, Madero encendió la chispa y el debate sobre la muy urgente y necesaria sucesión presidencial, pues el país no podía soportar más años bajo la tiranía de Porfirio Díaz.
Madero fue fundador y candidato presidencial por el Partido Nacional Antirreeleccionista en las elecciones de 1910, pero se le encarceló en San Luis Potosí, donde dejó por escrito el llamado a levantarse contra Porfirio Díaz, su lema fue: Sufragio efectivo, no reelección.
Madero huyó hacia el norte y de San Antonio, Texas, lanzó el Plan de San Luis Potosí. Su manifiesto político tuvo eco y condujo a levantamientos armados en todo el territorio nacional.
Tras la salida de Díaz, Madero fue electo presidente de la República, en las elecciones extraordinarias de 1911 y ocupó ese cargo entre noviembre de 1911 y hasta febrero de 1913, fecha en la que tuvo lugar la decena trágica, resultado de la conspiración entre el embajador de los Estados Unidos, Henry Lane Wilson y el espurio Victoriano Huerta.
Huerta dio un golpe de Estado contra el gobierno legítimo de Francisco I. Madero, capturando a este y al vicepresidente José María Pino Suárez, quienes fueron cobardemente asesinados el 22 de febrero de 1913. Pero la historia no olvida y pone a cada uno en su lugar.
Por eso es que hoy, desde esta tribuna rendimos homenaje a Madero, a quien recordamos como uno de los más grandes demócratas de México, en palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador: hacer valer la democracia como forma de vida es rendirle homenaje.
Compañeras y compañeros, pueblo de México. La democracia se hace valer todos los días, abriendo el debate público cada mañana o realizando ejercicios como la revocación del mandato. A todos aquellos neoporfiristas que sienten melancolía por una época que fue y ya no será, les decimos. Nunca más a un gobierno rico con un pueblo pobre. Nunca más: mátenlos en caliente contra quienes piensan diferente.
Nunca más la dictadura. Nunca más las extravagancias de unos cuantos privilegiados que… … desprecian al pueblo de México. Madero y Pino Suárez son mártires de la democracia, son héroes. Y nosotros estamos obligados a nunca olvidarlo. La democracia como sistema de gobierno y como forma de vida es uno de los principios de la cuarta transformación. Es cuanto, presidenta.