DIPUTADO RENE ROGELIO MANTECON SALAS (RRM). Buenas tardes. Con el permiso de la Presidencia. Compañeras y compañeros de Morena, pues el día de hoy yo me siento muy emocionado por estar aquí y poder hablar cosas de frente con aquellos que han dañado tanto a nuestra nación. Pero hoy voy a comenzar con una frase que decía el ingeniero Lázaro Cárdenas del Río: Gobierno o individuo u organización que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras traiciona a la patria.

De manera breve expondré los antecedentes del acto más nacionalista que distinguió al gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río, el 18 de marzo de 1938. Durante el periodo posrevolucionario habían comenzado los intentos por regular la actividad petrolera en México. El gobierno estadounidense en repetidas ocasiones intervino para evitar la regulación en el sector, a fin de respaldar a sus empresas y evitar el cobro de impuestos a estas.

El 19 de marzo de 1915 fue creada una Comisión Técnica del Petróleo, este órgano dio a conocer un informe en donde se fijó la necesidad de que la riqueza del subsuelo se restituyera como dominio de la nación.

Esta postura fue nada más, nada menos que el antecedente para retomar la potestad de los derechos sobre la propiedad del suelo y el subsuelo a favor de la nación. No obstante, durante más de 10 años las compañías petroleras intentaron a toda costa impedir la formación de sindicatos, mientras que el movimiento obrero se organizaba frente a las nulas condiciones laborales de empresarios extranjeros.

A inicios de 1936, 21 organizaciones petroleras conformaron el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Este sindicato elaboró la propuesta de contrato colectivo que, entre otras consignas, establecía el mejoramiento del servicio médico, un plan de pensiones, mejoras en condiciones laborales e incremento salarial.

Luego de varias huelgas y conflictos presentados ante la autoridad laboral, esta emitió su laudo el 18 de diciembre, en el que se resolvió que las empresas extranjeras debían pagar 26 millones de pesos en aumentos de salarios y prestaciones a sus trabajadores.

Las petroleras argumentaron no contar con recursos para atender dicha resolución, sin embargo, una comisión de peritos concluyó que las utilidades eran suficientes para cubrir la demanda de los trabajadores. De ahí que en 1936 la legislación mexicana tuvo modificaciones, en las cuales se estableció el derecho constitucional del gobierno a expropiar, por causas de utilidad pública a empresas y propiedades en beneficio de la nación.

Dos años después de aquel conflicto, la Junta Central de Conciliación y Arbitraje dejó sin efectos el contrato sindical con empresarios petroleros para resolver la disputa y eliminar los compromisos de los obreros.

Luego de tan injusta decisión, tomada por la autoridad laboral, perdón, el 18 de marzo de 1938 el presidente Lázaro Cárdenas con firme determinación y convicción de respetar los derechos de los trabajadores, publicó el decreto por el cual nacionalizó la industria petrolera, bajo la consigna de cumplir inmediatamente la indemnización de lo expropiado.

El pago a dichas empresas por concepto de indemnización fue posible gracias al apoyo incondicional del pueblo mexicano al entonces presidente, mediante las donaciones monetarias y en especie que le fueron brindadas a la hacienda pública por conseguir este propósito. Así fue como se conformó Petróleos de México, como la única empresa con las facultades de explotar y administrar el crudo.

Por ello, las y los diputados del Grupo Parlamentario Morena conmemoramos el 18 de marzo, por ser la fecha en que México se unió para proteger la soberanía nacional. El legado que el presidente Cárdenas dejó en beneficio de todas y todos los mexicanos lo seguiremos salvaguardando, anteponiendo ante todo momento la soberanía nacional y el fortalecimiento del patrimonio del pueblo de México.

Repito la frase de Lázaro Cárdenas del Río: Gobierno, organización o individuo que entrega los recursos natrales a empresas extranjeras, traiciona a la patria. Es cuanto.

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