Durante muchos años, se ha criticado al Sistema de Salud de México, nos hemos dejado llevar por aquellos encabezados de los medios, que en muchas ocasiones sólo buscan ser amarillistas distorsionando la realidad de los hechos, si bien es cierto que el Instituto Mexicano del Seguro Social no es perfecto, y a lo largo de su historia ha enfrentado distintas dificultades, debemos reconocer que es una gran institución, y más ahora, que con motivo de la emergencia sanitaria por COVID-19, se le reconoce su gran labor, y por supuesto desde esta trinchera legislativa, me uno a todos aquellos que han brindado sus felicitaciones y reconocimiento al personal que allí labora, tanto personal médico, de enfermería, así como personal administrativo, de limpieza y de seguridad, que dentro de sus posibilidades, ha hecho un excelente trabajo apoyando al Sistema de Salud Mexicano en el combate de esta terrible pandemia.
Ya no es secreto que, durante muchos años, durante los gobiernos neoliberales, se veía a la salud, no cómo un derecho humano, sino como una oportunidad de negocio, construyendo hospitales a sobre precio, alargando contratos de forma innecesaria, y vendiendo medicinas que estaban destinadas a ser gratuitas, tal como atinadamente lo ha expresado el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social Zoe A. Robledo A, durante la mañanera del 10 de febrero de este año.
Ahora que la cuarta ola de COVID-19, ha ido levemente a la baja, y tal como lo ha dicho nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, el compromiso por mejorar el Sistema de Salud en México en los tres niveles existe, y es una meta que de forma pública se ha anunciado en muchas ocasiones por la Presidencia, más ahora que existe un poco de menos presión por la Pandemia, considerando que a pesar de que siguen los contagios por la variante de “Omicrón”, que ha demostrado ser mucho más contagiosa; todavía tenemos en las camas de los hospitales del país, a 127, 688 personas luchando contra esta terrible enfermedad.
Es necesario que aprendamos de esta pandemia, para ubicar las grandes deficiencias de nuestro Sistema Nacional de Salud, y generar acciones que impulsen su fortalecimiento, desde el ámbito presupuestal, hasta la generación de políticas públicas que contribuyan a mejorar los tres niveles de atención médica, desde el Poder Legislativo estamos trabajando arduamente en ello.
Celebro la decisión del Presidente de la República de implementar el programa de “IMSS Bienestar” que busca federalizar los servicios de salud, dar cobertura de salud a personas sin seguridad social de zonas marginadas, tanto en localidades rurales como urbanas. El IMSS-Bienestar da atención a 11.6 millones de personas, en 19 estados del país, a través de 3,622 unidades médicas rurales, 184 brigadas de salud, 140 unidades médicas móviles, 80 hospitales rurales y 45 Centros de Atención Rural Obstétrica (CARO).
El 24 de diciembre de 2021 que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el ACUERDO mediante el cual se establecen las Reglas de Operación del Programa IMSS-BIENESTAR para el ejercicio fiscal 2022 y donde se establece que tiene por objeto: “contribuir a garantizar el derecho constitucional a la protección de la salud, mediante el otorgamiento de servicios de salud, en los diferentes niveles de atención, considerando para ello la implementación y aplicación del Modelo de Atención Integral a la Salud (MAIS) que vincula la prestación de servicios de salud con la participación activa de la comunidad para el autocuidado de su salud, a favor de la población sin seguridad social.”
Ya van 13 Estados que se unen a este programa que busca otorgar atención médica y medicamentos gratuitos a más de 12 millones de personas, de los cuales 4.4 millones de beneficiarios residen en localidades clasificadas mayoritariamente cómo población indígena.
Confío en que este programa de IMSS Bienestar, pueda ampliarse en el Estado de México, donde tanta falta nos hace, y que su implementación en todo nuestro Estado, también permitiría que aquellos Hospitales comenzados por los Gobiernos neoliberales que no han sido terminados en nuestra Entidad, puedan concluir las obras, para que nuestro sistema de salud pueda mejorar y poco a poco logremos brindarle la atención de primer nivel, que merecen todas y todos en el Estado de México.