DIPUTADA XÓCHITL NASHIELLY ZAGAL RAMÍREZ (XNZR). …del año 2019, damos por inaugurada la Semana temática del Agua, Conservación y Saneamiento.

Es muy importante para el Grupo Parlamentario de Morena, desde su coordinación y su mesa directiva, ratificar la importancia al diálogo. Agradecer también todas las voluntades sumadas, agradecer a todas y todos los ciudadanos, y las y los diputados, que hemos coincidido para establecer un diálogo abierto y plural, para construir instrumentos legislativos que cuiden y garanticen los derechos de todas y de todos.

Nosotros desde el grupo parlamentario coordinamos, junto con muchos diputados y diputadas, las dos comisiones de Recursos Naturales y de Recursos Hidráulicos.

Y nos parece fundamental para la agenda pública del país y sobre todo del Grupo Parlamentario de Morena, tener en cuenta los acuerdos que llevamos a cabo con la ciudadanía el primero de julio, que tienen que ver con el cumplimiento del acceso al agua potable, que significa revertir los decretos que se hicieron en el gobierno anterior, y que debemos derogar esos acuerdos que se hicieron con la industria, y nosotros garantizar y dejar un marco jurídico para que todos los mexicanos tengan acceso al vital líquido.

Esta semana está compuesta por distintas actividades; el día de hoy iniciamos con una conferencia magistral con nuestra titular de Conagua, que es muy importante conocer la visión del Ejecutivo para nosotros poder reforzar el marco jurídico que ellos requieren para ejecutar sus acciones.

Además, tenemos actividades educativas. El día de mañana y el día jueves vamos a tener unas actividades de magia científica y de cuidados de cuencas y de bosques.

Tenemos cine-debate en ejercicio público, para saber, a partir de una visión documental, en un material audiovisual poder discutir sobre el tema del agua y conocer otras realidades del país o del mundo para que tengamos un marco visual distinto.

El día miércoles es una actividad productiva en el ámbito legislativo, porque tenemos además de una conferencia magistral a la una de la tarde. A las cinco de la tarde vamos a tener cinco mesas de trabajo para discutir el tema del agua. Esto con una visión empresarial, de también comunidades indígenas y pueblos originarios, de sociedad civil, de tomadores de decisiones y de académicos, porque si no volcamos nuestra visión desde todos los puntos de vista, vamos a legislar para unos cuantos, como siempre se ha hecho. Aquí, en el Grupo Parlamentario de Morena, vamos a legislar de manera distinta.

Quiero decirles que en México, la disponibilidad del agua potable por habitante ha ido disminuyendo drásticamente; cerca del 10 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable, siendo los estados más afectados Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Mientras que en América Latina y el Caribe, hay un desabasto del 6 por ciento.

Es decir, tenemos cuatro por ciento más desabasto en nuestra población que en el resto de América Latina.

Además, dependemos del agua dulce para prácticamente todo, desde la generación de energía, la industria, el desarrollo de la agricultura, y en esta actividad, se usa casi el 80 por ciento del recurso vital.

Todas estas actividades las hemos hecho de forma poco eficiente, lo cual provoca que muchos acuíferos estén sobre explotados en México.

El número de acuíferos sobre explotados se incrementó considerablemente en las últimas cuatro décadas.

Para el 2015, el 16 por ciento de los acuíferos de este país estaban sobre explotados. Debemos preocuparnos también por cuál es su calidad. Se estima que a nivel mundial, entre el 85 y el 95 por ciento del agua residual, se descarga directamente a los ríos, lagos y océanos, sin recibir tratamiento previo. En México sólo alrededor del 31 por ciento del volumen generado en aguas industriales, se tratan.

Cuando el agua no reúne los requisitos de calidad, puede ser vehículo de distintas enfermedades diarreicas. Estas enfermedades son una causa importante de mortalidad infantil en el mundo y en nuestro país.

La sobre explotación y contaminación del agua, no sólo afecta a los humanos, sino a todos ecosistemas. El grupo de vertebrados que tiene más especies en peligro de extinción son los peces; el 37 por ciento es de esta especie. Lo cual se debe en gran parte a la modificación de los ecosistemas acuáticos como son los ríos y los lagos.

En México la última reforma importante en materia de agua se realizó en 2012, cuando se reconoció su acceso a ella como un derecho fundamental. No obstante, esta modificación, en los hechos el ejercicio de este derecho no es efectivo, entre otras cosas porque la Ley de Aguas Nacionales reglamentaria de artículo 27 constitucional y no del cuarto, se expidió en 1992.

Por lo que presenta un atraso significativo respecto a las problemáticas que actualmente enfrentamos, con respecto al acceso, distribución equitativa, racional y sustentable del agua en nuestro país.

Adicionalmente, en esta ley no permea el enfoque de derechos humanos y sustentabilidad con el que necesariamente debemos de pensar cualquier legislación sobre el agua.

El día de hoy no existe una legislación que haga cumplir los principios establecidos en el cuarto constitucional. Es decir, que no existe un cumplimiento eficaz respecto del acceso, abastecimiento, disposición y saneamiento en condiciones suficientes, salubres, aceptables y asequibles.

Si bien es cierto que en México se ha reconocido y se está obligado por distintos tratados internacionales que reconocen el derecho al agua, existen múltiples vacíos y contradicciones normativas. Además de problemas institucionales que impiden sostener que el agua es un derecho de todas y todos, para disponer de ella de forma suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico, como lo ha reconocido el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU.

Aun cuando de conformidad con su artículo primero, el objetivo de la Ley de Aguas Nacionales es regular su explotación, uso, aprovechamiento, distribución y control, así como la preservación de su cantidad y calidad para lograr su aprovechamiento de manera integral y sustentable, la realidad nos indica que el manejo del agua en nuestro país no es adecuado.

Por lo que se requiere revisar, legislativa y reglamentariamente distintas problemáticas, entre las cuales destacan: el uso del agua, la calidad del agua, la conservación del agua, el aprovechamiento sustentable de ella, los problemas que actualmente enfrentamos en los distintos procesos que atraviesa este líquido para su aprovechamiento por todas las personas, encuentran su origen en las deficiencias normativas e institucionales que se han profundizado desde la emisión de la Ley de Aguas Nacionales.

Uno de los asuntos primordiales que deben estar sujetos a revisión, es la supervisión y vigilancia independiente de la Conagua que actualmente concentra una gran cantidad de atribuciones, aun cuando en la norma se pretenda la descentralización en esta materia para diseñar estrategias sobre el uso del agua en una medida que sirva a cada comunidad y región en lo particular. En este sentido, debemos analizar si el actual diseño institucional de la política nacional hídrica está funcionando para conciliar las necesidades de todas las personas, tanto de los usuarios como de los distintos sectores e industrias que requieren de este recurso para hacer crecer la economía.

Este diseño institucional, así como la política hídrica que se genere desde el Ejecutivo debe realizarse y atender una visión sostenible, ambiental y socialmente para garantizar el acceso de todas las personas al líquido vital.

Por ello, un compromiso que debemos asumir es revisar, y en su caso transformar las normas que rigen a la Conagua, crear un órgano que supervise su actuación y que haga efectivo lo dispuesto en las normas.

El tema de la regulación de las aguas subterráneas es una de las deficiencias más grande la Ley de Aguas Nacionales. Si bien, dentro de esta ley encontramos distintas disposiciones que refieren a esta problemática, éstas se encuentran dispersas a lo largo de todo el texto normativo, lo cual genera dudas y contradicciones al momento de su aplicación. Para resolver este problema, un compromiso que podríamos asumir es generar un capítulo específico dentro de la Ley de Aguas Nacionales que puntualmente agrupe las normas actualmente dispersas y les dé el sentido debido.

Asimismo, con los comentarios que los expertos en el tema realicen en las mesas de trabajo nutriremos dicho articulado con el fin de proteger adecuadamente el uso de las aguas subterráneas y de generar los requisitos adecuados para su explotación.

También hemos determinado que la Ley de Aguas Nacionales debe integrar de manera específica, un capítulo que se aboque al funcionamiento, organización y efectividad de los consejos de cuenca, ya que sólo los determina conceptualmente pero no se establecen atribuciones que hagan efectiva su participación en la toma de decisiones.

Además, es necesario vincular jurídicamente dichos consejos a la Secretaría del Medio Ambiente para optimizar su funcionamiento. Es decir, que se tendrían que integrar a la Ley de Aguas Nacionales, así como al reglamento interior de la secretaría, las reglas de organización y los funcionamientos de los consejos de cuenca.

Por todos estos motivos, es muy grato el día de hoy iniciar con estas actividades. Agradecer a mis compañeras diputadas y diputados que han estado al pendiente, y a todas y todos los asesores y asesoras y al equipo logístico que hace posible este evento y de todos los meses de trabajo que hemos realizado.

Agradecer y decir que esta semana vamos a poder garantizar una ley completa en el país que nos dé agua para todas y todos.

Muchas gracias y bienvenidos.

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