LXV LEGISLATURA
Cumplimos
Intervención en tribuna del diputado Mario Delgado Carrillo, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, para fijar posición de la bancada respecto del dictamen por el que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución en materia educativa.
24 abril, 2019 - Prensa
DIPUTADO MARIO DELGADO CARRILLO (MDC). Compañeras, compañeros.
Decía Francisco J. Múgica, que el momento más grande del Congreso Constituyente fue la discusión del artículo tercero constitucional porque se definía el porvenir de la niñez, de la juventud, y por lo tanto de la patria; 102 años después, sin duda llegamos al momento más grande de esta Legislatura, la reforma al Artículo tercero constitucional.
Y si hace un siglo la Constitución permitió un movimiento contra el analfabetismo, ahora la lucha es contra la exclusión y el abandono.
Antes de referirme a algunos de los aspectos más relevantes de esta reforma, quiero destacar el valor del acuerdo político que nos permitirá cambiar la Constitución, ha sido el diálogo la estrategia, ha sido el diálogo la vía para la construcción de este acuerdo.
Desde el proceso de elaboración de la iniciativa, donde se convocaron a foros por todo el país, promovidos por el hoy secretario de Educación, Esteban Moctezuma, al cual le expresamos nuestro reconocimiento.
La iniciativa aquí fue sujeta al análisis del parlamento abierto donde todos los actores relevantes pudieron participar, opinar y aportar.
Quiero reconocer a los coordinadores parlamentarios, a René Juárez Cisneros, a Tonatiuh Bravo Padilla, a Reginaldo Sandoval, a Verónica Juárez y a Olga Juliana Elizondo, y Arturo Escobar, por el involucramiento directo, personal, por construir este acuerdo y este dictamen.
Quiero expresar también mi reconocimiento a Juan Carlos Romero Hicks, es una pena que hoy no pueda suscribir este dictamen; pero, Juan Carlos, tú sabes que también lleva tu huella.
Quiero destacar que a pesar de que hace seis años, varios de los partidos políticos aprobaron la reforma hoy vigente, se ha tenido la madurez y el compromiso con el país, de reconocer lo que funcionó y lo que no funcionó, pero sobre todo, de ver hacia delante, de, como decía Múgica, de mirar hacia el porvenir.
Es el momento de los valientes patriotas y no de los pusilánimes conservadores.
No es tiempo ya de buscar y recriminar los errores y aciertos, los puntos y las comas del pasado, sino de comprometernos para que ésta sea una reforma transformadora.
Estamos ante un nuevo acuerdo político de gran valor que le abre una nueva oportunidad a las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes del país.
Un especial reconocimiento se merece sin duda nuestra compañera presidenta de la Comisión de Educación, la orgullosamente profesora Adela Piña Bernal, que tuvo la paciencia, la inteligencia y la madurez, para saber conducir este proceso.
Al movimiento magisterial, también allá afuera, y sus representantes aquí en el Congreso, todo nuestro reconocimiento a su lucha, a su resistencia, a su compromiso por defender sus derechos.
Si hoy estamos aquí, es porque la gran mayoría del magisterio nacional decidió apoyar un movimiento político que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
No les vamos a fallar, la reforma de hoy es parte de un proceso que nos llevará a dignificar el papel del maestro, a darles el lugar que se merecen, a restituir y ampliar sus derechos laborales.
No hay un régimen de excepción para las y los maestros; lo que hay es una reforma excepcional para ellos, porque tendrán ahora la oportunidad, el derecho de acceder de manera permanente a un sistema integral de formación, capacitación y actualización, y no habrá más evaluaciones sujetas a la permanencia.
No hay lugar para la desconfianza o la descalificación de lo que hoy se apruebe aquí.
Hay que ponerlo en sus términos, esta reforma es un logro histórico que honra a los caídos y a los perseguidos en la larga lucha del magisterio.
Se resarcirán, por la vía constitucional, todos los agravios y habrá reinstalación y justicia.
Ésta es una reforma para los jóvenes. Empezamos a saldar la enorme deuda que tenemos como país con la generación más grande de jóvenes que hemos tenido en nuestra historia.
El viejo anhelo de la educación superior empezará a ser una realidad, que todos, todos los jóvenes que sueñan con tener una oportunidad, encuentren un lugar para estudiar en la educación superior.
Es una reforma también histórica, porque es para la niñez, para los más pequeños. La incorporación hecha por el Partido del Trabajo, para que la educación inicial sea parte de la educación básica, sin duda que es un cambio de paradigma.
En la educación queda claro, el interés superior es el de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, y el Estado -que quede claro- llevará siempre la rectoría.
Hay aspectos también fundamentales, sobresalientes, que nunca habían estado en la Constitución, pero que son parte de nuestra realidad y del momento político que vivimos.
La educación tendrá perspectiva de género, es una reforma de una demanda de las mujeres, se basará en el respeto irrestricto a la dignidad humana, a los derechos humanos y a lo que tanto nos hace falta, una cultura de paz.
Esta reforma es vasconcelista, porque Vasconcelos nos decía que los enemigos del país son la ignorancia y la miseria. Y por primera vez el artículo 3º aborda aspectos que van encaminados para que el Estado tenga la obligación de implementar medidas que permitan el acceso equitativo a la educación, que se ejerza de manera eficaz el derecho a la educación, como lo es apoyos alimentarios en las zonas más marginadas, o apoyos o becas para los jóvenes, medidas contra la desigualdad socioeconómicas regionales y de géneros, ése es un aspecto novedoso en esta reforma.
Ésta es una reforma también para estados como Chiapas, Guerrero y mis compañeros de Oaxaca. Reconoce por primera vez la educación plurilingüe e intercultural para que haya un acceso efectivo a la educación a nuestros pueblos y comunidades indígenas.
Los tiempos de violencia que vivimos requieren de resultados de la Estrategia Nacional de Seguridad, pero ante todo, ir a los problemas de raíz, la demanda es que invirtamos en lo social y esta reforma nos permite, el día de hoy, tomar la decisión estratégica-política fundamental que es poner a la educación como el principio y base sin el cual no habrá un México justo y próspero.
Hoy decidimos por la educación. No habrá Cuarta Transformación sin una mejor educación. Felicidades a todos quienes el día de hoy votarán por el porvenir.
Muchas gracias.
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