DIPUTADO MARIO DELGADO CARRILLO (MDC). Muchas gracias.

Agradecerles su presencia, todas sus aportaciones formarán parte del gran dictamen que se está haciendo al Plan Nacional de Desarrollo.

Vuelvo a destacar el proceso inédito y la apertura de esta Cámara.

Yo destacaría la coincidencia que tenemos todos los participantes aquí en que a México le vaya bien y que tenga un mejor desarrollo económico.

Yo nada más terminaría haciendo un comentario muy rápido, que creo que este Plan Nacional debe evaluarse a la luz del momento que está viviendo nuestro país, que es un cambio de régimen político.

¿Cómo se construye un plan en un contexto de cambio de régimen político? Lo que se trata fundamentalmente el Plan Nacional de Desarrollo es desmantelar un Estado corruptor depredador, que ha prevalecido en los últimos años y la construcción de algo diferente, de un modelo de desarrollo o la redefinición de un Estado -que tú lo planteabas- ¿cuál debe ser el papel del Estado en la economía.

No se quiere regresar a un Estado empresarial, que no funcionó; pero tampoco queremos continuar con un Estado mínimo, regulador, que no tiene, que renuncia a tener cualquier participación en el fomento o en la generación de condiciones para generar crecimiento económico, en un Estado corruptor donde sí, mientras menos participen, mejor.

Pero sí podemos, y detrás del Plan está el diseño de un Estado, un gobierno que genere valor. ¿Cómo se logra un Estado que genere valor, que tenga compromiso con el desarrollo económico?, primero, tener un gobierno austero y transparente en el destino de su gasto, por eso es la austeridad, no es una moda, es el concepto de que el crecimiento del gasto que ha habido en los últimos años, creció más el gasto improductivo que el productivo, financiando excesos, privilegios, abusos, que tienen que recortarse.

Reorientando el gasto público hacia actividades que generen valor agregado, gastamos muy mal como país, hay que reconocerlo, el INEGI mide el valor agregado del gasto público en cada sector, y es cercano a cero o negativo.

Tenemos que concebir de manera diferente la inversión pública; primero, aceptar que queremos tener inversión pública, porque eso influye en la economía, en los últimos años ha venido cayendo la inversión pública y el año pasado tenemos el récord, es la cifra más baja medida por el tamaño de la economía, desde 1940 y tantos, después de la Segunda Guerra Mundial, porque detrás estaba el diseño de que hay que retirar al Estado de la economía.

Y debe concentrarse la inversión pública en proyectos de infraestructura, pero no en un catálogo de obras, sino utilizar la inversión en infraestructura para tener modelos de desarrollo regional.

Las grandes obras de infraestructura no son grandes obras de infraestructura, son proyectos de desarrollo regional, como es el Tren Maya, como lo es el Tren Transístmico, o la refinería Dos Bocas.

Si el sur sureste no tiene una inversión de este tamaño, no vamos a poder sacudir a esta región y que logre tener tasas de crecimiento diferentes a las que ha tenido en los últimos años.

Una inversión también en capital humano diferente, no sólo asistencialista, sino que vaya a tener una vertiente productiva, como ya se mencionó aquí el caso de los jóvenes, sembrando vidas, en fin.

Una inversión en infraestructura que propicie desarrollo regional; y en capital humano que aumente el potencial de las personas.

Una política fiscal, por supuesto, que conserve las finanzas públicas sanas, que detenga el sobreendeudamiento que hubo en los últimos años, que mantenga la estabilidad, pero también que vaya más allá de mantener las finanzas públicas sanas como objetivo final del Gobierno, porque en los últimos años parecía que el objetivo del Gobierno se limitaba a mantener sus finanzas sanas.

¿Cómo puede ir más allá?, la política que se está instrumentando en la frontera, disminuyendo la tasa de Impuesto Sobre la Renta e Impuesto al Valor Agregado, que tiene un costo fiscal de corto plazo, pero la apuesta es que eso genere mayores inversiones, mayor crecimiento económico, y eso, más que compensa la pérdida en recaudación.

Entonces, una política fiscal responsable, pero también orientada a generar condiciones de desarrollo económico.

Una política monetaria que garantice la estabilidad de precios, pero ya no tenga como ancla de la inflación el rezago de los salarios, romper ya el paradigma que el ancla de la inflación es tener anclados a los salarios, romper ese paradigma y que los salarios puedan crecer para que haya un crecimiento y fortalecimiento del mercado interno con estabilidad de precios.

Un Estado que genere valor, apertura comercial, enlazarnos con, como lo ha hecho nuestro país, es uno de los países más conectados con el resto del mundo en términos comerciales, pero que ya propiciemos cadenas de valor hacia el interior, para que más sectores de la economía puedan beneficiarse de este sector exportador.

Y por último, garantizar un Estado de Derecho y pacificar al país. Es muy difícil medir la traducción directa al Producto Interno Bruto de erradicar la corrupción, tener un Estado de Derecho y pacificar al país, pero estamos seguros que si no resolvemos esos asuntos, no vamos a tener un crecimiento económico como nuestro país lo necesita, pero que los mecanismos tradicionales de medición, pues no logran captarlo o hasta la fecha los ignoraban, era una nota al pie de página, de los grandes indicadores macroeconómicos, pero ahí estaba el cáncer de la corrupción, un Estado de Derecho inexistente, y una crisis de inseguridad y violencia que era ajeno a las evaluaciones financieras.

Pero si no logramos esas tres variables, si no logramos erradicar la corrupción, si no tenemos un Estado de Derecho y si no pacificamos al país, nuestro país no va a generar la riqueza, ni se va a distribuir de la manera como nuestro país lo necesita.

De eso se trata el Plan Nacional de Desarrollo, detrás lo que está planteando el Presidente de la República es una redefinición del Estado y una redefinición de los objetivos a los que debe aspirar nuestro país.

Claro que le tomamos la palabra al licenciado Treviño, representante del Consejo Coordinador Empresarial, tengamos reuniones permanentes, ya habíamos tenido una con el Consejo, al principio de esta Legislatura, había otro presidente del Consejo Coordinador Empresarial, e hicimos ese compromiso de tener reuniones frecuentes para revisar la agenda legislativa. Por supuesto que vamos a programarlo para agosto si no tienen inconveniente y que sigamos aprovechando este parlamento abierto para tener un diálogo constante con el sector privado.

Muchísimas gracias a todas y todos por su participación.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/SWjimpcQaGk