DIPUTADO ALEJANDRO VIEDMA VELÁZQUEZ (AVV). Buen día a todas y todos los presentes, un gusto estar aquí con ustedes, un saludo a todos los que nos están viendo por la señal del Canal del Congreso.

Sobre los foros que se están realizando en esta Cámara de Diputados desde la semana pasada, se ha dicho y se ha escrito mucho en estos días, que no debe improvisarse, que no debe imponerse, que no vulnere autonomías, que dé certeza.

También se ha dicho, por algunas voces, que todo está bien y que no hay que hacer modificaciones porque no hay crisis.

También se ha cuestionado que, si las grandes reformas electorales del pasado vinieron desde la oposición, deberían seguir viniendo desde ahí, descalificando que el grupo mayoritario y que gobierna el país, pueda hacer propuestas de modificación en materia electoral.

Sé de sobra y conozco actores que genuinamente defienden sus posturas, también sé de otros que defienden sus privilegios. Ni somos ingenuos ni estamos improvisando.

Es importante hacer una muy pertinente aclaración, Morena no ha presentado una iniciativa o una reforma propiamente electoral, se han presentado iniciativas a título personal, la del diputado Sergio Gutiérrez para desaparecer a los Oples; la de los diputados Mario Delgado y Tatiana Clouthier, para reducir el financiamiento a los partidos; Pablo Gómez quiere desaparecer el Consejo General del INE.

Por mi parte, yo estoy valorando la posibilidad de presentar una iniciativa para desaparecer a los Tribunales Locales.

Es decir, ni hay una línea ni un intento de imposición de ningún tipo. No se equivoquen, aquí hay diálogo, debate, apertura, intercambio de ideas. Podemos no coincidir en muchos temas, pero les aseguro que en al menos uno sí coincidimos: que la vía del diálogo y el consenso son el camino.

Todas y todos estamos invitados a construir la siguiente Reforma Electoral, recalcó las palabras todas y todos, ya que, en el año 2014, en la última reforma electoral, fue producto de acuerdos populares a través del “Pacto contra México”, no fue un verdadero consenso con todas las fuerzas políticas.

Vamos a quitarnos las máscaras y que no haya sorprendidos. Desde que Morena se convirtió en partido político en 2014, hablamos de dos temas recurrentes cuando de elecciones y de autoridad electorales se trataba, hacer más con menos y reducir los altos costos de nuestra democracia.

Desde aquel entonces, pusimos en la mesa de debate y en la agenda nacional la idea del gasto eficiente y de la eliminación de los privilegios de la burocracia dorada. Cuestionamos la necesidad de gastar por gastar, así como la relación entre los altos costos de la democracia y la eficacia electoral.

También mencionamos que, desde nuestro punto de vista, el entonces creado Sistema Nacional Electoral, en algunos sentidos no cambió mucho, se continuó con una institución formalista, instrumentalista y cuenta votos, sin querer realmente ir más allá de eso. No se pudo superar con el cambio de palabras en la ley, una tradición que deviene de la primera autoridad electoral.

Organizar elecciones no es tener presencia solamente durante la jornada electoral, implica ir más allá. Ejemplo, sancionar de manera firme a quien violenta la normatividad electoral, vigilar con lupa la actuación de actores políticos y de instituciones políticas, castigar y percibir la compra de votos, sancionar la propaganda personalizada de servidores públicos, prohibir y sancionar los actos anticipados de campaña, perseguir y sancionar el uso de programas sociales con fines electorales. En pocas palabras, hacer valer la ley todo el tiempo y no solamente durante la jornada electoral.

A pesar de ello, reconocemos que la autoridad sabe contar votos, instalar casillas, capacitar a la ciudadanía para ser funcionarios de casilla, pero se han querido estancar ahí.

Por otro lado, también se ha hablado de buenas prácticas de los Oples, desde luego que ha habido muchos avances desde lo local, pero vamos a dar un ejemplo de lo que no se hizo bien en un caso específico.

En 2016, el Consejo General del INE por orden de la Sala Superior, destituyó a los consejeros del Ople de Chiapas, pues dicho órgano falseó datos de electores que vivían en el estado y simuló que estos ciudadanos solicitaron se les remitiera su boleta para votar desde el extranjero, bajo un sistema electrónico de solicitud del voto. En pocas palabras, desde el propio Ople se alteraron resultados.

Seguramente todos ustedes recuerdan este hecho histórico, ya que fue la primera vez y hasta el momento la única en el que se removió a la totalidad de los consejeros del Ople.

Hoy, tenemos una oportunidad histórica en esta etapa de refundación de la vida pública. Contamos con la posibilidad de atender todo aquello que la política tradicional no quiso o no pudo ver.

Doy algunos ejemplos, desde mi particular punto de vista, fortalecer el Sistema Nacional Electoral con la creación de autoridades electorales únicas; en materia administrativa, la creación de una sola autoridad electoral nacional; en materia de procuración de justicia, vamos analizando la creación de una fiscalía nacional electoral; en materia de administración de justicia, un tribunal de elecciones único.

Es decir, pensemos en la supresión de los Oples, de los Tribunales Locales, pensemos también en una ley general procesal electoral, que brinde certeza y seguridad jurídica real.

Se ha demostrado que más dinero no asegura más confianza ni en los partidos ni en la democracia, es por ello que se debe acabar con la democracia costosa, reduciendo el financiamiento de partidos políticos, estipulando un sólo financiamiento nacional y eliminando el financiamiento local de todos los institutos políticos.

Se debe reducir el período de las campañas electorales y establecer la jornada electoral única cada tres años; así como una nueva fórmula para delimitar de forma eficiente y real los topes de gasto de campaña.

Se trata de implementar una nueva lógica en la democracia mexicana, hacer más con menos y emprender una verdadera transformación, incorporando principios como el de austeridad, garantizando una real paridad de género, sancionando de forma ejemplar, como ya lo mencionaron, la violencia política de género; y como lo propone el diputado Sergio, que sea también la violencia política de género una causal de nulidad; e impulsando algunas otras formas de participación, como la revocación de mandato.

Tenemos un adeudo histórico con la democracia y este es el tiempo donde el pueblo manda, y dónde se debe cubrir ese adeudo con una verdadera reforma electoral.

Muchas gracias.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/YeO0q2FEt7Q