LXV LEGISLATURA
Cumplimos
INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DEL DIPUTADO HIREPAN MAYA MARTÍNEZ, PARA HABLAR A NOMBRE DE LA FRACCIÓN CON MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN DE LOS 80 AÑOS DEL EXILIO ESPAÑOL EN MÉXICO.
28 junio, 2019 - Prensa
DIPUTADO HIREPAN MAYA MARTÍNEZ (HMM). Muchas gracias, presidente.
Con su permiso.
Muy agradecido de estar aquí, que me permitan este honor; y saludar la presencia de nuestros hermanos españoles, descendientes de la República Española.
Qué lamentable que en un acto solemne, de tanta relevancia e importancia para la historia de México, se pretenda hacer uso de esta tribuna para construir un debate sobre política interior, ni es momento para ello ni es momento para hacer uso indigno y pueril de esta tribuna.
Dedicaré esta participación, que me ha permitido el Grupo Parlamentario hacer, a Luis Dader García, a Francisco Nevot Satorres y Tarcila García Sorpulla; existen en el panteón de Morelia, tres tumbas muy representativas a las que hacíamos visita siempre con mis abuelos.
Dice la tumba, la voy a leer, es muy rápida y es muy bella la bandera del Frente Popular Español: Luis Daber García, muerto en la Ciudad de Morelia, el 20 de mayo de 1939, víctima de la barbarie fascista, que lo alejó de sus padres y de su patria y que vivió en México, bajo la custodia del Gobierno, del señor General Lázaro Cárdenas del Río.
La Guerra Civil Española fue una guerra de poetas y de hombres libres, libres y republicanos.
¡ Qué importa un día! Está el ayer alerto
al mañana, mañana al infinito,
hombres de España, ni el pasado ha muerto,
ni está el mañana -ni el ayer- escrito.
“Estos días azules y este sol de la infancia” fueron los últimos versos de Antonio Machado, poeta español republicano que murió en condiciones lamentables al escapar del Franquismo.
El pasado 13 de junio se cumplieron 80 años de la llegada del Buque Sinaia al Puerto de Veracruz, donde desembarcaron mil 600 españoles desterrados de su patria.
En este barco venían los primeros exiliados españoles que huían de la dictadura franquista. Este exilio que comenzó en 1939, en México alcanzaría una cifra cercana a 25 mil perseguidos, entre los que se contaban muchas figuras de primer orden en las ciencias, el arte y el pensamiento, solamente por mencionar algunos, haré la mención a José Gaos, a Remedios Varo, a Luis Cernuda, a María Zambrano, a Adolfo Sánchez Vázquez, a los hermanos Fernando y Rafael de Buen, y al gran Juanito Rejano.
Los exiliados republicanos españoles llegaron a enriquecer y transformar el universo intelectual, académico y artístico de México. Es pertinente afirmar que este exilio significó para nuestro país un renacimiento cultural y hoy es parte de la historia moderna de nuestro país.
Esta gesta histórica, encabezada con solidaridad y entusiasmo por el Presidente de México, el general Lázaro Cárdenas del Río, fue alentada por don Daniel Cosío Villegas, amigo de importantes intelectuales españoles, que padecieron el fascismo europeo, la derrota republicana de la Guerra Civil Española y la represión de la dictadura de Francisco Franco.
Para los exiliados españoles, al salida de España fue sinónimo de destierro, derrota y pérdida. Mientras deambulaban por las ciudades y campos de concentración de una Francia amenazada por una nueva guerra, apareció México dispuesto a brindarle refugio.
Nuestra Embajada alquiló dos castillos cercanos a los campos de concentración, para transformarlos en albergues bajo la bandera mexicana y asilar a los perseguidos.
La creación de estos albergues fuera de México y de España, es decir en un tercer país, fue un acto de generosidad único. Se reconoció que el exilio comenzaba en Francia y terminaba en México, algo inédito en la historia del asilo político hasta esos momentos.
Los viajes fueron costeados y organizados por el servicio de evacuación de los republicanos españoles; mientras que en México, el comité técnico de ayuda a los refugiados españoles, cuyo objetivo era recibir, alojar, auxiliar y distribuir a los inmigrantes por el territorio mexicano.
En Michoacán, fueron recibidos los niños españoles que habían sido arrebatados de los brazos de sus padres por la tiranía de la dictadura de Francisco Franco.
Recuerdo que en mi casa se contaban historias de los niños españoles y de los intelectuales exiliados, mientras se nos enseñaban las canciones del Frente Popular y se nos instruían los poemas de Pablo Neruda y de Luis Cernuda.
Recuerdo con añoranza, cantábamos los domingos “Bella ciao”, “Carmena”, y “Si me quieres escribir”, entre otras.
El canto poético de los escritores y poetas del mundo se elevó en distintas fronteras. Pablo Neruda, colocó la metáfora en el frente de combate en sus poemas de “España en el corazón”:
Para empezar, para sobre la rosa, pura y partida, para sobre el origen de cielo, aire y tierra,
la voluntad de un canto
sobre explosiones,
el deseo de un canto inmenso,
de un metal que recoja guerra y desnuda sangre. España, cristal de copa, no diadema,
de machacada piedra,
combatida ternura de trigo,
cuero y animal ardiendo.
El exilio republicano fue un exilio de ciudadanos, ciudadanos de a pie que defendieron el Gobierno de la República hasta el último momento, sin ostentar su heroísmo y su entrega a ideales democráticos.
Hubo otro exilio, como afirma la historiadora Ana María Serna, y la cito:
“La memoria de la Guerra Civil que guardan muchos españoles está marcada por el hecho brutal del destierro. Los derrotados del bando republicano perdieron la guerra y sus hogares. Amenazados con la pena de muerte y la persecución, encontraron una opción de vida en el exilio.
México acogió al mayor número de exiliados quienes harían de aquél país su domicilio permanente”.
Es necesario, como afirma Serna, rescatar del olvido al componente popular del exilio republicano en México.
Las mujeres y los hombres del exilio, sin olvidar sus raíces, se forjaron un nuevo destino en México. Un destino que los integró a nuestro país, fusionándolos con la sociedad mexicana, con el momento histórico que les tocó vivir y con el proyecto nacional.
Surgió una corriente de mutua simpatía ideológica que rompió prejuicios y diferencias, lo que permitió que transitaran juntos hacia la construcción de un país más desarrollado y con más libertades, respeto e igualdad.
Asimismo, se incorporaron a instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México, con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el Instituto Politécnico Nacional, la Escuela Normal Superior, el Conservatorio Nacional de Música, la Universidad de Xalapa, la Universidad de Veracruz, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Para la difusión de la cultura y la ciencia participaron en la creación del Fondo de Cultura Económica, de otras editoriales y de numerosas librerías.
Para los hijos de los refugiados se fundaron el Instituto Luis Vives, el Instituto Ruiz de Alarcón, la Academia Hispano-Mexicana, el Colegio Cervantes y el Colegio Madrid.
Es claro que ahí, ahí es donde trabajamos juntos, en donde trabajaron juntos mexicanos y españoles; junto idearon, juntos aportaron y juntos crearon lo que hoy construimos como nación.
Para colocar en perspectiva el papel histórico de México en la recepción del exilio, debemos valorar el papel transformador del General Lázaro Cárdenas del Río.
La política exterior mexicana pasó, según varios historiadores de este periodo, a ser de una política defensiva, a una política activa, lo que explica que el Gobierno mexicano apoyase decididamente tanto a judíos como a españoles republicanos en su destierro en 1938 y 39.
Por lo anterior, México es y será reconocido a nivel mundial, por su hospitalidad y su condición de país de refugio para perseguidos políticos y transterrados.
Esto se reafirma en las siguientes décadas, ya en los años 70, cuando México vuelve a acoger hermanos latinoamericanos perseguidos por terribles dictaduras militares en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Puerto Rico, Venezuela.
Así, a partir del exilio republicano, México cuenta con un legado ético de refugio y recepción de exiliados.
México está decidido a construir una política de refugio permanente y vigente.
Quiero, para no entrar al bajo debate de la política interna de nuestro país, terminar con un poema del poeta preso, que tardó más años en una cárcel, el gran Marcos Ana, “Hablaré por Vosotros”:
Hablaré por vosotros.
Excavaré con mi palabra
hasta encontraros
en las sangrantes raíces sumergidas
de vuestros corazones enterrados.
Hablaré por vosotros.
Reconstruiré la voz de vuestros labios,
su semilla final,
la de aquel grito constelado
de estrellas y balazos.
Hablaré por vosotros...
Y extenderé el secreto
que os dejaron en la oquedad
terrible de los ojos,
la voz estremecida de los astros.
Hablaré por vosotros,
Jamás olvidaré aquellas madrugadas,
los últimos abrazos, las gargantas
de vuestra dignidad amordazadas.
Para mí, y por ahora, no existe nada tan poético como ser hombre, y estos versos, son el grito valeroso de un hombre que está decidido a hacer de la poesía un arma poderosa en la lucha, en contra de los enemigos del hombre. Ramón Martínez Ocaranza.
Muchas gracias.
Viva la República Española. Viva México, Viva España.
LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/hLSlhIYm-JI