DIPUTADA LORENA VILLAVICENCIO AYALA (LVA). Agradecemos muchísimo que estén aquí porque realmente en esta Legislatura estamos haciendo un esfuerzo enorme por restablecer las relaciones con la sociedad civil, por generar este tipo de conversaciones que son muy importantes para los diputados y que de esta manera podamos generar una mejor comunicación entre los representantes populares, los ciudadanos, los especialistas, los académicos, y tener mucho mejores instrumentos jurídicos.

Ésa es parte de mi labor, yo soy la responsable de parlamento abierto de Morena y por eso me gusta promover este tipo de actividades y además tener la receptividad maravillosa de la responsable del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género, la maestra Aurora Aguilar, a quien le agradezco enormemente esta complicidad, junto con Amalia García y la verdad es que sí es una especie de complicidad.

Y desde luego siempre contar con el apoyo maravilloso de nuestra presidenta de la Comisión de Justicia, de Pilar Ortega, que siempre hay una apertura enorme para iniciar caminos, no sabiendo adónde nos van a llevar exactamente, pero lo importante es que no dejemos nunca de imaginar, de estudiar, de aterrizar ideas, y que son siempre muy importantes para lograr los cambios que queremos para este país y que, bueno, estamos en ese proceso, un proceso muy complicado por cierto, ningún cambio en el mundo es fácil, nada es estático, todo cambia de manera permanente, había un poeta que decía “justo cuando tengo todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas”, entonces yo coincido plenamente con eso.

Voy a dar una pequeña reflexión y voy a hacer una presentación que espero que sea suficientemente contundente, para qué, para que se entienda la importancia de este enorme tema, lo que implica para consolidar la igualdad en este país.

Y bueno, no sin dejar de agradecer a todas las ponentes que seguramente ellas nos van a aportar muchísimo, yo les diría, la siguiente reflexión porque evidentemente hay que leer hay que estar en los temas, hay que ver cuál es la importancia justamente de este derecho humano, que así debería de ser, al tiempo y al cuidado.

Y el cuidado, desde mi punto de vista y de muchos que han opinado al respecto y que han empujado el tema de la economía de cuidados, el cuidado es una prueba de fuego a la democracia.

¿De quién es responsabilidad las personas dependientes, de quién es responsabilidad cuando somos dependientes?, los ciudadanos no nacen adultos, ni se mueren gozando de plenas facultades, ni tienen una salud de hierro, ni se les puede garantizar que gozarán de condiciones físicas y síquicas permanentes para hacerse cargo de su propia vida.

La dependencia en sus diversos grados, forma parte de la ciudadanía; el ciudadano también es ciudadana, la vida oscila como péndulo entre la autosuficiencia y la dependencia.

La discusión de cómo abordarlo no debe ser desde la vida privada o como monopolio de las mujeres, debe ubicarse en la responsabilidad, sí familiar, pero también social, empresarial, estatal y convertirse en un derecho humano fundamental.

Reconocerlo en nuestra Constitución es fortalecer la democracia ya quien cubre dos puestos de trabajo en dos espacios distintos, como lo hacen las mujeres, les hace imposible alcanzar una posición política, limitando seriamente la paridad y también su propio desarrollo.

La verdadera paridad, como muy atinadamente lo ha expresado en diferentes lugares Marta Lamas, no se logra solamente con alcanzar la mitad de los cargos, lo cual es muy importante, pero hace falta una repartición más equitativa entre hombres y mujeres en toda las labores, incluyendo explícitamente, las domésticas, y en las tareas de cuidado.

Sin la paridad en estas labores, en la educación no habrá verdadera paridad política. El trabajo y el tiempo que dedican las mujeres en las tareas de cuidado representa un ahorro de recursos para los hombres, los liberad de las responsabilidades vitales y les permite disponer de tiempo libre para actividades de participación social o política.

Y las mujeres, en cuanto a las empresas se ahorran el costo de la fragilidad, de la vulnerabilidad, ésa que no nos gusta reconocer, pero que existe, y del cuidado que envuelve a las familias de sus trabajadores y del propio trabajador.

El cuidado necesariamente debe reflejarse en los derechos laborales.

Por lo que refiere al Estado, al asumir de manera parcial y limitada las responsabilidades del cuidado, delegándolo a las mujeres como servicio obligatorio, bajo el discurso de una actividad propia de su ámbito privado, está renunciado a su papel garante del desarrollo pleno de sus habitantes.

Ahora sí, el reconocimiento constitucional del derecho al tiempo y al cuidado es un asunto de justicia social. Hablar del derecho al tiempo y al cuidado es hablar de la distribución de la riqueza, requerimos un marco jurídico que reconozca nuestro derecho humano al tiempo y al cuidado, garantice la obligatoriedad y el complimiento del Estado en su corresponsabilidad, un presupuesto digno y políticas públicas que nos permitan acceder a estos derechos.

No estamos de acuerdo en que nos cuide nuestra abuela, el cuidado de las personas no sólo tiene que ver con las estancias infantiles, también hay que decirlo. Requerimos de una política integral de cuidados que involucre a la ciudadanía, al sector privado y todos los órganos y niveles de gobierno desde una perspectiva de género y desde un enfoque de respeto cabal a los derechos humanos.

Es inaplazable la necesidad de legislar para contar con sistema nacional público integral de cuidados, como se hizo por los constituyentes y está hoy reflejado en la Constitución de la Ciudad de México y evidentemente nosotros no vamos por menos, vamos por el reconocimiento al derecho humano al tiempo y al cuidado.

Cómo vamos a lograrlo, primero y por eso estamos aquí, tenemos que visibilizar el problema, es el primer elemento que tenemos que hacer. Hay un problema en este país de desigualdad entre hombres y mujeres en materia laboral, se piensa que las mujeres son las que tienen la obligación del cuidado y, bueno, hay un conjunto de disparidades que si no resolvemos difícilmente podemos impactar en esta causa estructural de la desigualdad.

Evidentemente esto también cruza por evitar los estereotipos de género y más aún en este momento que se están replanteando tantas cosas, pues evidentemente también se están replanteando los modelos de familia y también estos modelos de feminidad o de ser mujer y estos modelos de masculinidad en nuestro país y en el mundo.

También se trata de renunciar a estos privilegios que se han impuesto desde una cultura predominantemente patriarcal.

Pero qué vamos a hacer, vamos a generar un marco jurídico que implique un reconocimiento del derecho humano al tiempo y al cuidado, asignando presupuesto, éste es un tema que me parece fundamental, y políticas públicas transversales e integrales en la materia.

Como lo decía, no nos conformamos con acciones afirmativas, no nos conformamos con un programa que atiende a 5 mil mujeres y que con eso el Estado sienta que cumple con su corresponsabilidad, vamos por todo.

El cambio en este país implica necesariamente reconocerlo como derecho humano; no vamos a lograr la paridad en este país si no se toman medidas claras sobre el tema de los cuidados y el tiempo.

Y decirles que no solamente estamos haciendo este esfuerzo en esta Cámara, que ya reconoció la paridad y que es un avance muy importante y logro, decirlo con toda claridad, de la presencia tan importante de tantas mujeres de diferentes partidos que están comprometidas con una agenda progresista de ampliación de derechos para las mujeres.

Pero requerimos más, requerimos que nos dejen de ver como la mujer que tiene dos responsabilidades en la vida y que esto le impide desarrollarse plenamente porque además, como lo decía, dos trabajos, como es el cuidado, como son los hijos, que es parte del cuidado, un trabajo, en qué momento tenemos tiempo para desarrollarnos como personas y lograr nuestros propios objetivos de vida. Y tenemos derecho a ello.

Y decirles finalmente, y así con esa contundencia, decirles que estos foros los vamos a hacer y los estamos haciendo también para convocarlas a que nos acompañen a dar esta gran batalla para que las políticas públicas a favor de las mujeres se vean reflejadas en el presupuesto.

No podemos permitir que el presupuesto 2020 no tenga como uno  de sus ejes fundamentales los temas que nos darán la plena igualdad entre hombres y mujeres y eso cruza, necesariamente, como ya dije, por el tema laboral, con el tema de la brecha salarial, con el tema de los cuidados, con el tema de la salud.

Y las mujeres lo queremos todo y lo queremos ya.

Entonces, yo agradezco enormemente a nuestras invitadas, y bueno, aquí de lo que se trata es de apuntalar ideas, empujar ideas, y nosotros asumimos las responsabilidades de esta Legislatura de dar, de convertir sus ideas en iniciativas que nos permitan avanzar a todas las mujeres en este país, que no sólo somos las mujeres que estamos aquí empoderadas con un cargo político, estamos pensando en todas las mujeres, las mujeres que hoy no son ni siquiera visibilizadas, que tienen que empoderarse, y que tienen que tener acceso a todos los derechos, incluyendo el derecho al tiempo y el derecho al cuidado.

Ésa sería mi participación, muchas gracias.