DIPUTADO RUBÉN CAYETANO GARCÍA (RCG). En efecto, la solicitud para pedir un minuto de silencio por 11 integrantes de dos familias y una joven universitaria Julia Mora de la Cruz, Sergio Sánchez y sus hijos Fernando Yahir, Carlos Augusto, Pedro Ignacio, Pablo Sánchez Mora y, de la joven estudiante de enfermería de la Universidad de Guerrero, Xóchitl Vázquez Pastor, de 26 años, asesinados el 26 de mayo de 2019 en Chilpancingo, Guerrero.

Y también en memoria de quienes solo se sabe sus nombres como Víctor ”N”, su esposa Karla “N”, su hija Yamilet “N” de ocho años y, Jonathan “N” de 14 años de edad.

Decía en la solicitud, que es pertinente exhortar a la Fiscalía General del estado y al gobernador del estado para que cumplan con su promesa de orden y paz, porque durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto. Guerrero se ubicó como una de las entidades federativas más violentas del país.

En 2017, Guerrero ocupó el primer lugar y se consolidó como el estado más violento de México al registrar más de dos mil 114 homicidios, de enero a noviembre.

En 2018 se ubicó en el tercero sitio en homicidios a nivel nacional, con una tasa de 61.35 por cada cien mil habitantes.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo, el Sistema Nacional de Seguridad Pública de enero a noviembre de 2018 se cometieron 26 mil 376 homicidios dolosos en todo el país, pero solo en el estado de Guerrero se perpetraron dos mil 54; es decir, más del 7 % del total de asesinatos se cometieron en mi estado de Guerrero.

Un estudio elaborado por la Organización Impunidad Cero, de diciembre de 2018, en los últimos tres años, los homicidios dolosos en México se han disparado más del 50 %, pero las sentencias condenatorias por este delito, en mi estado, han disminuido. También indica que en Guerrero la tasa de homicidios supera la de países como Honduras y Venezuela, además que el estado tiene un nivel de impunidad superior al 90 %.

En Guerrero, el Sistema de Procuración e Impartición de Justicia está prácticamente colapsado, la Fiscalía no atrapa a prácticamente ningún asesino y los tribunales casi no sentencias a nadie; por su parte, policías estatales y municipales, jueces y magistrados han renunciado, casi en su totalidad, a brindar seguridad, a impartir justicia y en su lugar han preferido someterse a los criminales y protegerlos.

El gobierno del estado que encabeza Héctor Astudillo Flores, acaba de lanzar una convocatoria a fin de contratar a solo 200 policías, lo que resulta completamente insuficiente y una burla frente a las necesidades de seguridad en la entidad.

No existe un plan para evitar que los policías caigan en la tentación de unirse al crimen organizado y utilicen la corrupción como mecanismo alternativo para incrementar sus ingresos, facilitar la permanencia o ascender en las corporaciones.

Esta vez, la poca planeación oficial de Guerrero y la violencia tocaron a dos familias enteras, 11 personas fueron encontradas ejecutadas en la capital del estado y las víctimas eran integrantes de dos familias completas y una joven universitaria, razón fundada para pedir, a esta Asamblea, un minuto de silencio en su memoria.

Es cuanto, Presidente, muchas gracias.

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