DIPUTADA ANA PATRICIA PERALTA DE LA PEÑA (APPDP). Con la venia de la presidencia.

“La información es poder” y “Eres lo que comes” son dichos llenos de sabiduría que cobran vigencia con el contenido del presente dictamen en materia de etiquetado nutrimental que hoy se somete a discusión.

Desde hace años, es más que evidente que en nuestro país urge la implementación de una estrategia que promueva soluciones contundentes frente a la epidemia de obesidad, sobrepeso y diabetes que se vive en el país.

De acuerdo con organizaciones internacionales, entre la población adulta, a la fecha México ocupa un vergonzoso segundo lugar mundial en obesidad y lo que es más preocupante, encabeza la lista cuando se trata de niñas, niños y adolescentes.

Principalmente en la infancia, somos nosotros los padres de familia los responsables de la alimentación y nutrición de nuestros hijos; actualmente el 35% de la niñez mexicana padece de obesidad, lo que significa que 1 de cada 3 niños enfrenta la obesidad diaria, estas son consecuencias de una alimentación deficiente en nutrimientos y alta en calorías, mismas que se verán reflejadas a largo plazo en severos problemas de salud y que si no se tiene cuidado los acompañaran durante el resto de sus años.

Sé que conscientemente ningún padre desearía ese panorama para sus hijos, sin embargo, en la mayoría de los casos es la desinformación lo que nos lleva a tomar las decisiones equivocadas.

Los productos que actualmente encontramos en el supermercado en su mayoría utilizan un etiquetado con valores de referencia imprecisos y en muchas ocasiones erróneas los cuales no permiten que sean comprendidos por toda la población.

Saber qué estamos consumiendo o que le estamos sirviendo en la mesa a nuestros seres queridos es una preocupación compartida por todas las familias mexicanas, por lo que las etiquetas deben ir dirigidas a nosotros, madres y padres y no sólo a un sector especializado del área nutricional.

Soy una convencida de que con la salud no se juega, por eso celebro que cambiemos por ley a un etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas no alcohólicas, el cual al ser más simple y menos técnico que el vigente, permitirá la toma de mejores decisiones en unos cuantos segundos.

El dictamen que se discute, además de señalar que la información de las etiquetas y contra etiquetas responderán exactamente a la naturaleza del producto a través de un etiquetado que deberá incluir información nutrimental de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible; busca fortalecer las disposiciones legales para que desde el ámbito escolar se promueva una alimentación nutritiva y saludable, así como la realización de actividad física que fomente la adopción de estilos de vida saludables.

Con lo anterior, gobierno, industria, padres de familia, maestros y sociedad civil en general, estamos compartiendo la gran responsabilidad de desarrollarnos y formar a futuras generaciones en un ambiente donde la correcta alimentación y la actividad física sean los pilares sólidos de una buena salud.

La información confiable sobre hábitos alimenticios y su permanente difusión que conduzcan al consumo efectivo de los mínimos de nutrimentos por la población general y a no exceder los máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadidos que resultan perjudicables a la salud, en adición a la promoción de la actividad física, son las mejores herramientas para que en futuro la incidencia de enfermedades no transmisibles deje ser el problema de salud pública tan grande que ahora tenemos.

Estamos a tiempo de tomar cartas en el asunto y tengo la certeza de que la aprobación de este dictamen es un excelente paso.

Felicito a todos los promoventes de esta iniciativa, y estoy segura que le darán a las niñas y niños una mejor calidad de vida.

Es cuanto.