DIPUTADO EDGAR GUZMÁN VALDÉZ (EGV). Gracias, diputada, con su venia. Asesorado por el gran maestro Ángel María Garibay, desarrolló Miguel León-Portilla una tesis doctoral majestuosa, que me sirvió de mucho a mí para mi tesis en filosofía. Permitió regresar al pasado ancestral, a las culturas originarias, precisamente para valorar y fundamentar el pensamiento racional de los que pensaban no tenía razón, los antiguos nahuas.

El eurocentrismo filosófico no había permitido mirar atrás para pensar en una posibilidad racional y de filosofía en los antiguos nahuas. Fue entonces cuando León-Portilla, en tan docto documento, presenta esta fundamentación tan atinada y pertinente para la filosofía mexicana, que dicho sea de paso ha de ir muy contento Miguel León-Portilla, porque se ha incorporado a la filosofía, al texto constitucional, y lo hicimos en la pasada reforma educativa, y creo que ese es un gran homenaje a su legado.

Un férreo defensor de la lengua náhuatl, que desde que dedicó gran parte de sus estudios a la misma, se ha convertido en el estandarte de un movimiento que busca regresar a la raíz de lo mexicano, al náhuatl de épocas prehispánicas, colombinas y actuales, lo que le permite establecer una educación bilingüe rural en México y así prevenir que se extinga poco a poco esta lengua ancestral.

Termino con las palabras de Enrique Dussel, la noche de ayer: “En memoria de nuestro maestro, pilar intelectual, que cultivó con amor la palabra viva de nuestros pueblos originarios. Aquel mensaje que aprendimos de La visión de los vencidos, El reverso de la conquista, o La filosofía náhuatl, deben ser sin negociación alguna parte del ABC de una nueva educación mexicana y ejemplo extraordinario, rigor para otras latitudes. Que la juventud atesore su obra para mantener una misión de justicia y dignidad con nuestras raíces. Hasta siempre, León-Portilla”.

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https://youtu.be/dBOjSvnIfKs