DIPUTADA LORENA VILLAVICENCIO AYALA (LVA). Este tema, es un tema, sin duda muy importante.

Yo participo además en la Comisión de Derechos Humanos y en la Comisión de Justicia y decirles que para nosotros desde la perspectiva de derechos humanos es muy importante porque un derecho que está circulando alrededor de este tema, que está detrás de este tema, que es el desarrollo libre de la personalidad y también hay una nueva posición por parte del Gobierno federal y también del grupo mayoritario, en el sentido de la necesidad ya de regular este tema.

No estamos promoviendo el consumo, estamos pensando que es un tema que debe ser regulado y por eso nos pareció muy importante acompañar el esfuerzo que están haciendo muchos de ustedes, no solamente con este foro, sino también con una iniciativa que yo podría decir que es una iniciativa que contempla todas las aristas, es una iniciativa integral que incluye a todos los actores que están involucrados en esta cadena de valor, además del tema también de la prevención.

Quiero presentar a quienes nos acompañan y pedirles un aplauso, está con nosotros el doctor Gustavo Olaiz, que también tendrá una participación; se encuentra Vanessa Navarro, está también la licenciada Miriam Serrano Andrade, el doctor Omar Francisco Carrasco y también esté el doctor Marco Antonio González Brizuela, que son quienes están como ponentes.

Y también decirles que detrás de este esfuerzo también está nuestro compañero y amigo, Rafael Buenrostro, que está acompañándonos en esta reunión y también está con nosotros otro experto en este tema que es Carlos Díaz, que es parte de nuestro equipo y también nos está apoyando una parte importante de mi equipo de parlamento abierto de Morena.

Sí me gustaría, antes de darles la palabra a quienes nos van a ilustar y nos van a presentar sus preocupaciones y sus reflexiones y sus propuestas, hacer una pequeña intervención que me parece que es muy importante y además decirles que nos acompaña el Canal del Congreso de la Cámara de Diputados, esto quiere decir que este programa pues está siendo grabado y seguramente en algún momento ustedes lo van a poder ver en este canal.

Bueno, decirles lo siguiente, hoy día estamos ante una realidad inevitable para beneficio de nuestro país y futuras generaciones, la regulación de la marihuana como una sustancia psicoactiva de uso legalmente aceptado es un hecho, reitero, inevitable.

La pregunta no es si vamos a regular o no la marihuana o las diversas especies de cannabis, el cuestionamiento que tenemos que responder como sociedad es cómo vamos a regularla, a quiénes vamos a beneficiar y qué perspectiva deberán tener las regulaciones sanitarias, penales, sociales y económicas que se definirán en los próximos meses.

Durante estos meses y con el acompañamiento tan necesario de la sociedad civil, hemos estudiado exhaustivamente las alternativas, buenas prácticas, modelos internacionales y sobre todo los retos que otras naciones que ya comenzaron este camino previamente y cuáles son las adversidades que hoy enfrentan.

No es en este sitio donde vamos a dirimir y comparar estas diferentes modelos internacionales, más bien este espacio tiene la pretensión de seguir reflexionando y encontrando coincidencias sobre las diferentes implicaciones que tendrá que regular esta sustancia psicoactiva.

También es hora de derribar mitos, uno de ellos por ejemplo es que el consumo de esta sustancia aumenta la criminalidad, pero otro quizá de los más importantes es que la regulación de la sustancia tendrá un impacto definitivo en la disminución de la violencia derivada del narcotráfico, que hoy es un flagelo de las comunidades.

La regulación, desde mi perspectiva, debe estar enfocada en tres conjuntos de personas a las que el Estado debe garantizar el acceso a la sustancia de una forma segura, ordenada, legal y asequible, además de otorgar seguridad jurídica para los operadores de la cadena de valor.

Estos conjuntos son los consumidores adultos, las personas que tienen algún padecimiento de salud crónica y en algunos casos degenerativo, y los campesinos productores de esta sustancia.

Quisiera, si me lo permiten , referirme un poco a cada uno de ellos para después concluir con una reflexión.

Durante el sexenio de Felipe Calderón e impulsado por su política de seguridad publica, se aprobó la ley de narcomenudeo. Se dijo desde el oficialismo que se legalizaba el consumo y que se perseguía al traficante. En los hechos sucedió exactamente lo contrario: el traficante al amparo del poder y la impunidad siguió con su boyante negocio que le permitió construir un imperio criminal y sentar durante los dos años anteriores, durante los dos anteriores sexenios en la mesa del poder.

Sin embargo, el consumidor final, a quien se le debía proteger, se le puso a mecer de una política, policía corrupta para ser sujeto de extorción.

Como dijera el poeta Díaz Mirón: “ser ángeles para el presidio”.

De esta manera llenaron las cárceles de personas pobras que no tuvieron para dar la mordida a la policía y con ello evitar prisión.

Es necesario entonces dejar de criminalizar el consumo, dejar de utilizar una tabla de gramaje para definir quien consume y vende, y sobretodo concluir que si la cannabis será un producto legal, deberá ser asequible, como ya dije, y seguro para el consumidor. Debe liberarlo o liberarse de las garras de la corrupción policial y de la violencia criminal.

En segundo término, tenemos a los campesinos. Nuevamente durante el sexenio de Felipe Calderón se reformó el Código Penal para mejorar los supuestos sobre los cuales los campesinos no serían enviados a prisión, por sembrar mariguana o amapola. La amapola, por cierto, seguirá siendo un tema pendiente que en algún momento también tenemos que definir qué vamos a hacer con él, con este tema.

Sin embargo estos supuestos que se establecieron en el Código Penal no se cumplen y al igual que el consumidor, el campesino y su familia son presas del crimen y víctimas de la policía.

Si en ese orden, son presos del crimen, miles de campesinos que no pueden cultivar esta planta, se conocen casos de rarámuris de Creel y Cuauhtémoc, en Chihuahua, donde son reclutados por la veda criminal para ir a cultivar mariguana en el Triángulo Dorado y son víctimas de la policía corrupta que les cobra una cuota para no meterlos a la cárcel.

Si es cierto, la mariguana es uno de los productos agrícolas con mayor valor comercial. Sin embargo, el campesino sigue en la miseria, porque entre el crimen organizado y la corrupción de la autoridad sigue en un estado de indefensión.

En tercer término, tenemos la lucha de pacientes que encuentran en la cannabis la respuesta al dolor y la oportunidad de una mejor calidad de vida.

En 2017 el Congreso aprobó el uso de la cannabis activa para fines médicos que incluía la importación, comercialización, investigación y producción de medicamentos derivados de la planta. Sin embargo, no se ha concluido la regulación en términos administrativos, es decir, la expedición del reglamento derivado de la reforma que permitirá a miles de pacientes obtener alternativas terapéuticas para tratar la epilepsia, el dolor crónico y algunos otros padecimientos.

La Suprema Corte de Justicia, como ustedes saben, se ha pronunciado porque se expidan los reglamentos sanitarios para que la industria farmacéutica y el sector salud nacional dispongan de los medicamentos necesarios para garantizar el derecho a la salud de las personas que lo requieren.

Esta regulación es un acto de justicia que deberá ser uno de los ejes principales donde el proceso para regular esta sustancia debe enfocarse exhaustivamente.

A manera de reflexión quisiera compartir lo siguiente y con esto voy a terminar.

Es importante que la regulación de la mariguana establezca un precedente para cambiar el uso de la sustancias psicoactivas ilegales que permanecerán, nos guste o no, en el mercado y seguirán alimentando las finanzas del crimen y la corrupción.

Que el consumo de estas mismas sustancias mantendrán en el indefensión a los campesinos en el caso de la amapola, y al consumidor final para todo el conjunto no regulado.

Tenemos que apreciar que el crimen organizado es una estructura que tiene bases sociales, dadas las condiciones de pobreza y desigualdad en la que vivimos, donde las personas tienen que elegir entre el hambre y el delito.

Esta reforma también debe considerar mecanismos de justicia social que permitan restaurar el tejido de las comunidades y sobretodo dejar de utilizar la cárcel como método de solución del narcotráfico, sobre todo en las comunidades y poblaciones mayormente vulnerables. Por ejemplo: durante el periodo de 2016 a 2018 se incrementaron las detenciones y reclusiones de mujeres en un 400 por ciento, por dedicarse a la siembra y empaquetado de mariguana, muchas de ellas por necesidad de terne un ingreso por las carencias que tienen. Muchas de ellas son madres de familia.

Ustedes saben que incluso hay una Ley, una iniciativa de Ley de Amnistía, que se mandó por parte del Gobierno federal justamente para dejar de criminalizar la pobreza de estas mujeres que indebidamente están hoy en la cárcel por criminalizar justamente el tema del consumo de la mariguana.

De igual forma, si pensamos primero en los impuestos y en las ganancias, la perspectiva económica sobre la regulación de la mariguana prevalecerá sobre el sentido humano y la justicia. Esto, hay que tener cuidado, nos conducirá sólo una porción de la sustancia que existe en el mercado.

Si pretendemos que el producto sea caro y por lo tanto destinado sólo a algunos deshiles, es decir, a un consumo legalizado reservado a las élites, pues evidentemente no estamos cumpliendo con nuestro propósito.

Si bien es cierto es necesario darle certeza jurídica y sanitaria a los consumidores del uso adulto, una regulación excesiva y compleja tendrá dos consecuencias: incentivará la corrupción en los trámites y reservará el mercado sólo a quien tenga los suficientes recursos económicos para atender los requerimientos legales para la regulación.

Es por ello que tenemos que construir un andamiaje legal que permita la inclusión de los involucrados en la cadena de valor, sin que exista una distorsión del mercado.

Para ahondar en este ejemplo, les diré que por ejemplo un kilo de naranja cultivado en Nuevo León tiene el precio en las huertas de 2 pesos. Si uno avanza 10 kilómetros, al primer centro comercial, el mismo kilo de naranja ya tienen un valor de 12 pesos.

Esas son las distorsiones que vemos en el mercado y de que debemos corregir.

Sé que no será fácil pero la voluntad no debe dejar de acompañarnos.

Por otra parte, necesitamos investigación y desarrollo de medicamentos a base de la cannabis para que los medicamentos se produzcan de forma preferencial en México y no dependamos de la importación de los mismos, dado que la producción nacional en el campo tienen toda la capacidad y los recursos para sostener la demanda nacional yt aún para exportar.

Así, no perdamos de vista que, aunado a la jurisprudencia sobre el uso adulto de la mariguana, la Corte también ha solicitado que el Ejecutivo emita le reglamentación necesaria para el acceso en términos necesarios a dicha sustancia.

Esto no forma parte del proceso legislativo, le compete completamente al Ejecutivo, pero sin duda va a sentar bases para definir qué tipo de regulación queremos.

En todo proceso legislativo, siempre los retos y las deficiencias son lo primero que aparece después de la entrara en vigor de una ley. Este no será un proceso diferente.

Los beneficios vendrán, tardarán en llegar conforme a la implementación se permeen entre todos los actores sociales involucrados. Así debemos considerara en primer término las necesidades de los consumidores adultos, los pacientes que demandan medicamentos y los campesinos o jornaleros que cultivan dicha planta.

En segundo lugar, están los requerimientos de certeza jurídica sobre los sectores sanitarios y farmacéuticos para que pueda satisfacer las demandas propias de los pacientes, y sobre el final pensar sobre el beneficio económico, porque a lo largo de estas décadas de neoliberalismo hemos visto que el mercado es una fuerza que todo lo destruye y no conoce valores como solidaridad, la empatía y la justicia.

Bueno, simplemente después de hacer esta exposición comentarles que tenemos una iniciativa que justamente incluye a todos los actores, que estamos viendo tanto la Ley General de Salud como el Código de Procedimientos Penales, como el Código Penal, justamente para despenalizar el consumo y evidentemente también está la Ley de Desarrollo Rural.

Porque nos parece, en esta historia que vamos a vivir en las próximas semanas, que iniciaremos la discusión y después la aprobación porque ya hay una definición clara al respecto, pues tenemos nosotros que garantizar, como legisladores, que se incluyan a todos los actores y que esta cadena de valor, como se dijo al final de manera muy clara, tiene que involucrar a todos y generar ganancias para, desde el campesino hasta el que lo distribuye y vende, esta sustancia.

Entonces, bueno, pues ese será nuestro trabajo y bueno les doy, nuevamente, la bienvenida a todos y empezaremos ya con las participaciones propiamente. Espero que puedan concentrarse adecuadamente porque este ruido verdaderamente distrae.

Y es que no llegan todos los diputados. Están mandando llamar a todos y bueno, pues, como tenemos diferentes foros, estamos rumbo a la definición de presupuesto, pues seguramente eso es lo que ha impedido la llegada de todos los diputados a la comparecencia del secretario de Salud.

Entonces, pues, si quieres, adelante para que pongas la presentación de quienes nos acompañan y bienvenidos todos a esta Cámara de Diputados, tienen las puertas abiertas, soy la responsable del parlamento abierto y con mucho gusto podemos discutir este tema en deferentes momentos si tienen alguna preocupación conforme vaya siguiendo este proceso legislativo.

Muchísimas gracias.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/CbcVB3Nur_4