En reunión de la Comisión Bicamaral de Concordia y Pacificación (COCOPA), celebrada el pasado 31 de enero, se abordó el punto referente a la declaración del EZLN dada a conocer el pasado 1 de enero, al respecto observo y propongo:

PRIMERO.- Dicho pronunciamiento resulta preocupante al ser dirigido al Estado Mexicano. La COCOPA tiene que partir de la siguiente pregunta: ¿Por las razones expuestas, equivale a una nueva declaración de guerra al sostener la defensa del Territorio “hasta morir si es preciso”.

SEGUNDO.- El EZLN considera un reto la posición del Gobierno Federal respecto a la determinación de promover los grandes proyectos en el sureste en donde habitan los pueblos indígenas. Anuncian que aceptan el reto y, en el actual entorno de cambios en el orden político, a nadie conviene una escalada del conflicto no resuelto en el sureste mexicano.

TERCERO.- La coyuntura reclama retomar el diálogo suspendido bajo nuevas condiciones abandonando reclamos ya superados, entre otros adoptar las palabras centrales de un diálogo respetuoso sin descalificaciones, posponiendo iniciativas y acciones que en poco pueden ayudar a reestablecer los canales de diálogo.

CUARTO.- Urge dar pasos en el sentido de pavimentar los acercamientos anticipando situaciones que rompan la paz precaria, buscando un mecanismo político y una ruta entre la Secretaría de Gobernación y el Congreso de la Unión, bajo el amparo de la Ley para el Diálogo, la Reconciliación y la Paz Digna en Chiapas.

QUINTO.- Uno de los primeros pasos es reactivar la COCOPA. En su primer año de labores, los saldos no son favorables. Los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión tienen la responsabilidad de dar un golpe de timón y colocar en su Presidencia a un representante popular con autoridad moral y comprometido con los pueblos indígenas que busque de inmediato los acercamientos con las partes en conflicto.

Atentamente

DIP. Javier Manzano Salazar