Condenamos enérgicamente los hechos en los que perdió la vida el joven Giovanni López Ramírez, bajo la custodia de elementos de la policía del municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. Al tiempo que presentamos nuestras condolencias a su familia y seres queridos por la difícil situación que enfrentan.

Es inaceptable que esta lamentable situación se haya dado en el contexto del uso de la fuerza pública para la imposición de las medidas sanitarias por la pandemia de COVID-19, en particular, el uso obligatorio de cubrebocas.

Desde el 31 de marzo de 2020, en la emisión de las acciones extraordinarias para enfrentar la pandemia, por parte de la Secretaría de Salud federal, se estableció en el decreto respectivo que la implementación de las medidas de sanidad y distanciamiento social deben aplicarse con estricto respeto a los derechos humanos y las libertades civiles. El aseguramiento de la salud pública no puede construirse a través de la fuerza. Sólo la cooperación, el entendimiento y la razón pueden garantizar la eficacia frente a la emergencia que vivimos.

Desafortunadamente, algunas autoridades en el país han adoptado un enfoque coercitivo en lugar utilizar la vía de la colaboración y la solidaridad de las sociedades para el cumplimiento de las medidas.

En ese contexto, hacemos un llamado a las autoridades de Jalisco y de todo el país a fortalecer el enfoque de respeto a los derechos fundamentales y las libertades en la implementación de las medidas comunitarias frente al COVID-19.

Finalmente, nos unimos a la exigencia por esclarecer los hechos que resultaron en la muerte de Giovanni López y, sobre todo, a la exigencia de justicia para él y su familia.