-           La legisladora federal dijo que los hechos demuestran que, aunque a algunos les perturbe la idea, “no somos iguales”

-           Señaló que Alfaro hizo una confesión terrible para la salud democrática del país, cuando prácticamente admitió que los policías ministeriales no obedecen sus órdenes ni las del Fiscal, sino las del crimen organizado

La Vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, afirmó que la respuesta inicial del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por el asesinato del joven Giovanni López a manos de policías municipales, reveló la falta de escrúpulos de un personaje que busca, muy tempranamente, presentarse como un aspirante a la Presidencia en 2024.

Recordó que pasó un mes sin que las autoridades de Jalisco investigaran el homicidio de Giovanni López quien fuera detenido, según testimonios de sus familiares, por no llevar cubrebocas.

Miles de jóvenes, abundó la legisladora federal, salieron a las calles, donde fueron golpeados, perseguidos y “desaparecidos”.

Mencionó que durante dos días, las redes sociales se inundaron de denuncias sobre jóvenes que no eran encontrados por sus amigos y familiares, e incluso la Comisión de Derechos Humanos estatal determinó que los cuerpos policiacos cometieron abuso de autoridad y uso desproporcionado de la fuerza.

“La respuesta de Alfaro fue culpar al Presidente de la República y al partido Morena, con un lenguaje propio de los años setenta, del siglo pasado, y sólo para luego desdecirse. Acorralado por la difusión de los abusos cometidos por sus policías, al bravucón mandatario estatal no le quedó más que anunciar la liberación de todos los detenidos”, acotó.

Señaló que, en el colmo de su propio enredo, Alfaro hizo una confesión terrible para la salud democrática del país, cuando prácticamente admitió que los policías ministeriales no obedecen sus órdenes ni la del Fiscal, sino las del crimen organizado.

Mencionó que en la Ciudad de México también hubo manifestaciones que se empataron con las de Jalisco y también con la movilización mundial contra el racismo surgida en el vecino país del norte.

Al respecto, enfatizó que la obligación de todo gobernante es garantizar el ejercicio pleno de las libertades democráticas y el respeto a los derechos humanos.

En ese sentido, refirió que en la capital del país, algunos elementos policiacos abusaron de sus cargos y golpearon cruelmente a una jovencita que se hallaba en el suelo, “la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, condenó de inmediato los hechos y actuó en consecuencia: dos policías fueron detenidos y la investigación está en curso”.

“La vigencia del Estado de derecho implica hacer que la ley se respete y se cumpla, tanto por la ciudadanía como por las autoridades y las fuerzas encargadas de resguardar el orden, ello no implica tolerancia o permisividad sobre actos vandálicos o delictivos, simplemente conlleva a saber cómo y en qué momento actuar, respetando los derechos humanos en la actuación de la autoridad. Esta es una prueba más, con hechos duros, que demuestran que aunque a algunos les perturbe la idea, no somos iguales”, puntualizó.

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