DIPUTADA GABRIELA CUEVAS BARRON –DE VOZ DEL INTÉRPRETE- (GCB). Muchas gracias.

Buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches, a todos. Es un gran placer darles la bienvenida a todos y a todas.

El saber que todos están aquí no puedo más que estar muy orgullosa de esta plataforma de Presidentas de Parlamentos, para hacer frente a los enormes retos antes los cuales nos sabemos ahora, el liderazgo debe llevar cara de mujer, más que nunca en nuestros tiempos.

Y sobre todo en nuestras instituciones parlamentarias recientemente hemos visto que líderes mujeres han podido reaccionar muy positivamente a la crisis del Covid-19, no sólo han logrado con un enfoque basado en la persona, sino han enseñado que tienen determinación, valor, y han preparado respuestas basadas en hechos científicos.

Y debo decir que eso no es sólo una cuestión de una narrativa que se pueda contar, sino los datos demuestran que la participación de la mujer es mejor para el desarrollo, para acción en pro del clima y para la paz.

Los estudios han demostrado repetidamente entre los líderes mujeres y la lucha contra la corrupción, por ejemplo, (inaudible).

Yo veo que esta Cumbre de Presidentas de Parlamento es una plataforma para valorar las líderes mujeres y poner de manifiesto la importancia de la respuesta de las mujeres a la pandemia de Covid-19, esta respuesta dirigida por las mujeres debe ser una respuesta mundial a este ingente desafío, nuestros esfuerzos conjuntos en ese sentido son cruciales en un mundo que se caracteriza por desigualdad persistente, para las mujeres y para las niñas.

Reconociendo lo mucho que hemos logrado, no debemos de infravalorar lo mucho que queda por recorrer.

El hacer balance de las muchas desigualdades a las que siguen estando expuestas las mujeres y las niñas y contra las que tienen que luchar, un ámbito clave que nos interesa aquí hoy y nos concierte especialmente es la participación desigual increíble que tienen las mujeres en la toma de decisiones.

Para darles algunos datos, y se me da muy bien recopilar datos de mi participación política, el porcentaje de parlamentarias en el mundo sólo ha aumentado del 11 por ciento al 25 por ciento aproximadamente en los últimos 25 años, que es más de una generación, las presidentas son menos del 20 por ciento de todos los presidentes de parlamentos y jefes de Estado o de gobierno que son mujeres son sólo del 5 al 6 por ciento de dirigentes nacionales del mundo.

Es verdad que tenemos algunos progresos paulatinos, pero está claro que no es suficiente lo logrado, y las consecuencias que tiene esto en la situación de la mujer no puede seguir habiendo esta desigualdad persistente.

Otro ámbito de desigualdad es por ejemplo la economía, las mujeres ganan 23 por ciento menos que los hombres por un trabajo equivalente, y los datos económicos de esta pandemia nos están enseñando que también está siendo afectado negativamente de forma desproporcionada la condición económica-social de la mujer.

Siguen teniendo que asumir los trabajos domésticos y cuidar de sus hijos aparte del trabajo, las mujeres están remuneradas insuficientemente queda a veces en situación precaria, quedan excluidas de seguros médicos y además son las más probables que perderán sus ingresos por trabajo que es algo muy decisivo que impacta negativamente a ellas mismas, pero a las familias y a la sociedad en general.

Por ejemplo, en materia de salud, la mujer es un 70 por ciento del personal sanitario que está atendiendo a los afectados, las mujeres están en todas partes luchando contra la pandemia, están en primera línea luchando contra el virus.

Esto quiere decir que corren un enorme riesgo de contagio y a la vez tienen que ocuparse de sus hogares también, la parte de la carga de trabajo que hacen en pro de la sociedad.

La violencia contra la mujer, un tema también de enorme importancia que vamos a tratar en estos dos días. Hay violencia contra la mujer que ya estaba a un nivel inaceptable antes de la pandemia, con 137 mujeres que mueren todos los días en el mundo por un miembro de su propia familia.

Y ahora por el confinamiento, el estrés económico y todo el estrés de la pandemia, estamos viendo niveles crecientes de violencia doméstica, abuso sexual y explotación sexual.

Brotes anteriores nos han enseñado que estos riesgos relacionados durante las pandemias apartan a veces la atención de sociedades completas de mujeres y niñas, incluyendo las supervivientes de violencia y las que necesitan servicios y atención de la salud reproductiva y sexual.

Hay muchas desigualdades de género que son agravadas por la crisis, porque estas crisis y estas pandemias nunca son ciegas al género, todo lo contrario, tiene más impacto en las mujeres y en las niñas.

Tenemos que ser muy vigilantes por lograr el compromiso de los objetivos de igualdad de género, la pandemia está comprometiendo los logros de años recientes que habían permitido progresos hacia el logro de los objetivos de desarrollo sostenible y de la Declaración de Beijing, la plataforma de acción y de que eso fuera realidad para mujeres y niñas.

Y además la crisis de la pandemia ha agravado las desigualdades y nos ha dado también a la vez una oportunidad sin precedentes de reconstruir mejor; ahora más que nunca la igualdad de género es algo que tiene que ser constituido en prioridad, tienen que ser el núcleo de todas las respuestas parlamentarias en un mundo pospandemia.

Las políticas y las respuestas con sensibilidad de género a través de procesos y por instituciones sensibles al género no son un lujo, son una necesidad absoluta, más allá de los hechos no se trata de cifras y datos, sino de vidas de las mujeres.

El abordar los temas que afectan desproporcionadamente a las mujeres no es sólo una cuestión de tener empatía, sino es una cuestión de justicia, las mujeres son la mitad de la población mundial, pero nuestras voces, nuestras reivindicaciones a veces no se oyen, nuestra seguridad nunca está garantizada y nuestro trabajo no se ve remunerado adecuadamente.

Esta situación lleva existiendo demasiado tiempo, pero que no se equivoque nadie, que quede claro que estamos aquí reunidas con motivo de la Cumbre y podemos pasar a la acción ya.

Y atendiendo a ese espíritu, pongámonos de acuerdo en adoptar medidas contundentes, algunas acciones concretas. Por ejemplo, eliminar todas las formas de discriminación en la ley, identificando y retirando o enmendado toda la normativa de legislación discriminatoria, toda ley discriminatoria, introduciendo nueva legislación si es necesario y supervisando la aplicación de legislación sensible al género.

Invito a todas las presidentas de parlamentos que se comprometan a reformas legislativas en sus respectivos países. Así podemos empezar liderando con el ejemplo, eliminando toda forma de discriminación.

Segundo, apoyar a todas las mujeres que entran al ámbito político, animándolas a seguir carreras políticas con mentoreo, empoderando a las mujeres como candidatas y salvaguardando todos los procesos políticos, evitando toda violencia contra la mujer.

Insto a las presidentas de parlamento a que sean las líderes de una participación segura sin precedentes de la mujer: 50 – 50 en sus países y 50 – 50 en el mundo.

También tenemos que empoderar a la mujer en la economía, abordando la desigualdad en la remuneración, brechas de protección social.

Insto a las presidentas que sean las avales de la mujer en el mundo, impulsando el nuevo paradigma que reconozca el valor de la labor que hacen las mujeres.

Que quede claro, si nuestras instituciones, si nuestras sociedades, si nuestras políticas siguen sin cambiar, seguirá habiendo entornos dominados por el hombre, sólo basándose en normas y procedimientos que han creado los hombres, serán los que prevalezcan.

Tenemos que tener una acción proactiva, decisiva, no se trata de abrir ventanas de oportunidad, sino de abrir puertas enteras a las mujeres, a las niñas.

Hoy no exigimos nada menos que igualdad de género plena. Nosotras necesitamos de verdad poner fin a toda violencia contra la mujer y en todos los ámbitos de la sociedad, también a nivel de las administraciones públicas y también en los poderes Ejecutivos, Legislativos, Judiciales.

Desgraciadamente sigue cundiendo la violencia, socavando los derechos más básicos de la mujer en todo el mundo. Por eso hacen falta políticas decisivas de tolerancia cero contra la violencia contra la mujer, mutilación genital, defendiendo los derechos de la mujer contra matrimonios infantiles, contra abusos sexuales; todo eso tiene que aplicarse.

Tenemos que transformar a nuestros parlamentos, a instituciones, con sensibilidad de género, que no haya barreras a la plena participación de la mujer en que la igualdad entre hombres y mujeres sea algo respetado y haya resultados sensibles al género con resultados promovidos.

Insto a las presidentas de parlamento que hagan que sus parlamentos incorporen procesos más sensibles al género y pretendan lograr resultados más sensibles al género también, e igualdad de género, (inaudible) invertir más en la igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas.

Tiene que haber no sólo igualdad, sino un empoderamiento basado en la (inaudible) necesaria para que los parlamentos hagan que se invierta en la sociedad en este aspecto y que haya presupuestos que atiendan básicamente a las necesidades específicas de mujeres y niñas de todos los sectores de nuestras sociedades.

Estos cinco pasos, si se toman colectivamente y en todo el mundo, pueden llevar a un futuro mejor y no sólo para nosotras, sino para futuras generaciones.

La tarea que tenemos delante es ingente. Debemos de actuar ahora y debemos actuar unidas. Mano a mano, aunando fuerzas, juntas, en forma solidaria, podremos impulsar los cambios que queremos ver en nuestras sociedades.

Ésta es ocasión de elevar el valor de las líderes mujeres, de actuar con valor y determinación en este territorio muy ambicioso; una empresa muy necesaria para escribir una nueva historia para las mujeres de todo el mundo. Ésa es la única forma de rendir homenaje a los que han sacrificado su vida sólo para que podamos votar y presentarnos candidatas para cargos políticos. En memoria de esas personas cada una de nuestras mujeres y niñas del mundo debe de tener la oportunidad de asumir estas oportunidades para su vida. No debe de dejarse atrás a nadie.

Sigamos con esta cumbre, con esta inspiración, con esta determinación. Muchísimas gracias a todos por dedicar tiempo, por participar en esta reunión, por estar aquí en este espacio virtual que es nuestra cumbre de presidentas de parlamentos.

Estoy segura de que nuestras conversaciones, nuestras deliberaciones, nuestros debates van a ser fructíferos, y tengamos presente que tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar la realidad en que vivimos. Está en nuestras manos la posibilidad de dar un mejor futuro a las futuras generaciones de mujeres y niñas.

Gracias por su atención y bienvenidas a esta 13ª Cumbre de Presidentas de Parlamentos.

LINK PARA DESCARGAR VIDEO:
https://youtu.be/U_3UXCEQ6xI