LXV LEGISLATURA
Cumplimos
Propone María Eugenia Hernández declarar el año 2021 como el año de la reconciliación, reconocimiento y origen pluricultural de la nación mexicana
20 octubre, 2020 - Prensa
· La caída de Tenochtitlan conlleva una profunda carga simbólica y encierra múltiples referencias históricas, políticas y emocionales
La diputada María Eugenia Hernández Pérez dio a conocer la iniciativa en donde propone que se declare el 2021 como el “Año de la Reconciliación, el Reconocimiento y el Origen Pluricultural de la Nación Mexicana”
Comentó que el próximo año se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlan, un acontecimiento de gran significado que merece una profunda reflexión. “El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador ha planteado la necesidad de revisar los hechos y que todos los que tengan que pedir disculpas, lo hagan”
Por ello, consideró que si México dedica todo un año, en este caso el 2021, a conmemorar la caída de Tenochtitlan, se ayudará mucho a completar la reflexión y el entendimiento de esa parte traumática de nuestra historia.
“Debe hacerse con una perspectiva incluyente, dejando atrás odios y animadversiones, enfocar los hechos a partir de que, para bien y para mal, desde hace 500 años somos producto del mestizaje, de la fusión de múltiples culturas y conformamos una Nación pluricultural, una gran Nación como lo es México”, dijo.
Explicó que esta iniciativa no se va al extremo de idealizar las culturas prehispánicas, ni mucho menos carga con la idea de que los europeos vinieron a descubrirnos y a civilizarnos. “Lo que creo que debemos hacer, es empezar a aceptar es que hace cinco siglos hubo un encuentro violento, pero fundador que es el origen de lo que hoy somos”.
Hernández Pérez consideró que los 500 años de la caída de Tenochtitlan no puede pasar desapercibida en México, ya que el hecho conlleva una profunda carga simbólica y encierra múltiples referencias históricas, políticas y emocionales, razón por la cual es indispensable promover una conmemoración que contribuya a desentrañar el valor histórico de la caída de Tenochtitlan y que a la vez impulse un enfoque de asimilación, superación de los estigmas, reconciliación y aceptación inequívoca del origen violento, radical, pluricultural y fértil de la Nación Mexicana.