DIPUTADA ALMA DELIA NAVARRETE RIVERA (ADNR). Buenas tardes, con la venia de la Presidencia. Compañeras y compañeros diputados y diputadas, el dictamen que en este acto pongo a su atenta consideración, a nombre de la Comisión de Gobernación y Población, tiene por objeto cumplir con el mandato consignado en el artículo segundo transitorio del decreto de reforma constitucional en materia de paridad entre géneros, en lo concerniente a observar dicho principio incorporando un lenguaje incluyente que reconoce plenamente la posibilidad que tienen las mujeres para ocupar un cargo en la administración pública federal, en donde cada secretaría implementará el principio de paridad de género en la ocupación de los puestos que le están adscritos.

Es un hecho ampliamente reconocido por esta, la legislatura de la paridad de género, que el lenguaje como puente de comunicación por excelencia entre las personas hace alusión en su construcción misma a acuerdos que definen nuestro actuar, nuestra ideología, nuestras actitudes y nuestra relación con el entorno, particularmente con quienes integran la sociedad.

En este sentido, hemos reconocido que el lenguaje debe ser inclusivo en relación a los géneros de las personas, un lenguaje basado en el uso del masculino no es neutro, por el contrario, genera exclusiones, discriminación e invisibilización del componente femenino, que existe en toda sociedad.

El uso masculino podrá no ser malintencionado en la mayoría de las ocasiones, pero no deja de expresar un acuerdo androcentrista de exclusión. Al incorporar el femenino los cargos que el primer párrafo del artículo 14 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece desde el 29 de noviembre de 1976, fecha en que fue publicada la referida ley, utilizando la versión femenina y masculina de la misma palabra, se deja claro en cumplimiento al mandato constitucional que en la administración pública federal, tanto las mujeres como los hombres, tienen iguales posibilidades de ocupar la titularidad de los cargos que se enumeran.

Además, esta propuesta se ajusta a la denominación utilizada por el segundo párrafo del artículo 41 constitucional y se visibiliza al género femenino, evitando con ello posibles interpretaciones en demérito de su participación en el servicio público.

Asimismo, el uso de palabra persona, se armoniza no solo con la modificación constitucional del 6 de junio de 2019, sino que también guarda congruencia con una de las modificaciones constitucionales más relevantes en materia de derechos humanos, la publicada el 10 de junio de 2011, que da el cambio del concepto individuo, que era la forma específica para designar al ser humano, en todo el marco jurídico nacional, por el de persona, refiriendo con ello a la igualdad, la dignidad y el respeto que merecen todas las personas sin importar su género o condición.

Compañeras y compañeros, actualizar nuestro orden jurídico para hacerlo incluyente, no es solo una cuestión de gramática o semántica, sino que guarda estrecha relación con el rol de las mujeres en nuestra sociedad. Esta revisión será una labor ardua, pero permanente en las leyes mexicanas, y se irá dando poco a poco.

Los invito a votar a favor el presente dictamen, que representa otro paso más, para este propósito. Agradezco su atención. Es cuanto, señora presidenta.

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