DIPUTADA FLORA TANIA CRUZ SANTOS (FTCS). Con su venia, presidenta.

Maestra Delfina, sea usted bienvenida.

El pasado 3 de octubre fue una fecha de suma importancia para nuestro país, pues se cumplen 100 años, el primer centenario de la Secretaría de Educación Pública.

A 100 años de la creación de la Secretaría, 20 presidentes de la República se han apoyado de esta dependencia para dirigir la política educativa nacional designado entre todos ellos a 43 secretarios.

Es imposible separar la creación de esta institución educativa del contexto social, económico y político que se vivía en nuestro país, con el espíritu revolucionario que permeaba en todos los estratos de la sociedad mexicana, con la búsqueda de más justicia y mayor bienestar.

Fue en la constitución revolucionaria de 1917, la primera en establecer las garantías individuales, que se incorporó el derecho a la enseñanza y promovió desde ese momento que el Estado tendría que desempeñar un papel fundamental para educar a toda la nación.

Pero fue cuatro años más tarde, en 1921 que el proyecto de don José Vasconcelos tomaría rumbo, publicado el 3 de octubre de 1921 en el Diario Oficial de la Federación, la Ley de las Secretarías de Estado y que el apóstol de la educación se convertiría en el primer secretario de Educación Pública.

En el tiempo de José Vasconcelos, se inauguró la sede oficial en el edificio de República de Argentina 28 y se denominó el palacio dedicado a la tarea más importante: la educación.

Durante los primeros años de la Secretaría, se puede ver el carácter revolucionario y humanista dedicándose a impulsar la escuela rural, la creación de bibliotecas, consolidar la educación media superior, la edición de libros de texto gratuitos y la repartición de desayunos escolares entre la población infantil, buscando democratizar la educación y asegurar que estuviera al alcance de todos los mexicanos sin distinción.

Los éxitos de la Secretaría de Educación Pública son notables, se hizo una fuerte campaña para combatir el analfabetismo, con un ejército de maestras y maestros y un ejército infantil que fueron reduciendo la brecha del aprendizaje.

También se intensificó la creación de las escuelas rurales para promover el aprendizaje de la lectura, escritura y aritmética; que la enseñanza no quedara únicamente en los asentamientos urbanos o en las ciudades de nuestro país. El objetivo es que llegara a todos los rincones de México.

Posteriormente se planteó que las escuelas rurales deberían tener un plan de trabajo específico, uno que vincularía al alumno con la tierra y que no fuera rígido, buscando democratizar el espacio educativo.

Para esto se requerirían maestros que estuvieran ligados al medio y fue así como se formaron las escuelas normales rurales, la primera en 1922 en Tacámbaro, Michoacán.

En el transcurso del siglo XX se hicieron grandes esfuerzos por aumentar la infraestructura, abrir espacios de formación universitaria, se iniciaron los apoyos públicos y programas de becas, se adaptaron mecanismos para atender la inequidad y garantizar el acceso a la educación, uno de ellos la creación de los libros de texto gratuitos y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos como primer presidente fue Martín Luis Guzmán.

Sin embargo, con la llegada del periodo neoliberal, se dio un amplio retroceso a la educación pública de nuestro país, pues se dejaron en el olvido a las escuelas públicas, se olvidaron de la formación normalista, el Estado se quiso alejar de su responsabilidad como garante de la educación de los mexicanos y como encargado de poner al alcance de todas y todos los mexicanos el acceso a la educación.

El punto máximo de la destrucción de la educación pública por el neoliberalismo fue la mal llamada reforma educativa que buscaba culpar del rezago educativo únicamente a las y los docentes, eludiendo de responsabilidades que le eran innegables, que atentaban en contra de sus derechos laborales y se olvidaban por completo del punto focal de la educación: los estudiantes.

Por eso, en 2019, promovido por nuestra bancada de Morena y por la Cuarta Transformación, eliminamos la mal llamada reforma educativa y nos dimos a la tarea de recuperar el papel fundamental del Estado como rector de la educación en nuestro país, le otorgamos el lugar que le corresponde a las maestras y los maestros, agentes fundamentales del cambio, y nos enfocamos en tener como prioridad a los educandos.

Hoy la SEP llega fortalecida para hacer frente a los grandes retos que nos presenta la pandemia del covid-19 y nos demuestra su solidez y compromiso.

Es de reconocer que a pesar de la pandemia, la Secretaría de Educación Pública se pudo adaptar de manera veloz a las condiciones del distanciamiento social y disminuyó las afectaciones al desarrollo de los educandos con el Programa Aprende en Casa, para garantizar que las y los jóvenes de México no perdieran sus estudios, muestra del gran interés que tiene por la educación nuestra secretaria Delfina Gómez y el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Concluyo. Se ha determinado por un regreso presencial a clases y debemos coadyuvar con la Secretaría de Educación.

Quiero hacer una corrección de un dato que nos dio el diputado de Movimiento Ciudadano, diciendo una cifra de alrededor de 5 millones de alumnos en abandono y en rezago escolar. Quiero decir que no nos gusta la cifra, pero son menos de 900 mil alumnos, de acuerdo a la Estadística 911 de la Secretaría de Educación.

Sigue siendo la Secretaría de Educación el pilar de la formación de millones de estudiantes de todos los niveles en nuestro país. Muchas felicidades a nuestra Secretaría de Educación Pública. Larga vida a nuestra Secretaría Educación Pública y a la Cuarta Transformación. Es cuanto.