DIPUTADO JOAQUÍN ZEBADUA ALVA (JZA).  Bienvenido, señor secretario ha esta soberanía donde la mayoría del pueblo de México está representada por la coalición juntos hacemos historia y ha estado al lado del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, de su equipo de trabajo y de los profesionales de la salud que han salido a dar la batalla en contra del Covid en la hora más difícil de la patria, en los últimos 100 años la pandemia de Covid-19.

En esta soberanía también está representada una minoría que representa el México de antes de privilegios y corrupción, el México del pasado que quedó definitivamente en el pasado. Esa minoría viene acá y dice queremos que vuelva el Seguro Popular, el secretario con la educación que lo caracteriza explicó en qué consistía el Seguro Popular, pero lo podemos decir de manera más directa, era un mecanismo de afiliación para distribuir recursos a los estados que se utilizaban para los hospitales cascarón y para medicamentos caducos.

Lo he preguntado en otros espacios, de qué les servía una hojita de afiliación del Seguro Popular a una persona que estaba en la montaña de Guerrero, en Los Altos de Chiapas, en mi municipio en Berriozábal cuando no había unidades de salud y que cuando estaban, estaban vacías y con farmacias vacías. Ese Seguro Popular no era ni seguro ni popular.

Se ha dicho y se seguirá diciendo y se seguirá hablando porque traen una narrativa estructurada de la que no se quita la derecha sobre el problema de desabasto de medicamentos y yo les pregunto aquí, ¿cuándo los neoliberales garantizaron el abasto? ¿Cuándo hubo medicamentos en las farmacias de los centros de salud, de los institutos públicos? Vienen de un México de ficción que solo existía en sus informes y donde todo se curaba con paracetamol que costaba centavos y lo compraban en pesos haciendo negocios multimillonarios.

Hoy, hoy tenemos la honestidad de reconocer lo que falta, de informar los avances, pero sobre todo de desmantelar las redes de corrupción que construyeron a lo largo de todos los años y preguntamos también dónde está la labor de los estados que les toca el 80 por ciento de la población derechohabiente, ¿por qué están llenos los almacenes de medicamentos? ¿Por qué no se distribuyen?

En las preguntas, en las respuestas, en las réplicas que hemos escuchado hoy quedan claras dos cosas, hay dos proyectos de nación, los que vienen aquí y gritan goyas y privatizaron la educación. Tienen el cinismo de venir a gritar goyas cuando acabaron con la educación superior.

Esos mismos que lucran políticamente con la enfermedad y la muerte, que no tienen decencia y la vergüenza para no hacer este tipo de cosas. Los mismos que entregaron a nuestros hijos a la industria de la comida chatarra y que provocaron una generación de adultos obesos, con diabetes e hipertensión, incrementó significativamente las muertes por Covid 19.

Y, del otro lado estamos nosotros, los que apostamos por la vida, los que estamos trabajando para salvar vidas con las ruinas del sistema de salud fragmentado, corrupto, vacío que nos dejaron. Por eso podemos decir con todo orgullo y viendo de frente al pueblo de México, viva la vida, muera la muerte, viva la cuarta transformación.