DIPUTADA MARTHA ROSA MORALES ROMERO (MRMR). Con su venia, diputada presidenta.

Compañeras y compañeros, buenas tardes. Nuestro país tiene gran diversidad de climas y riquezas en sus recursos naturales, pero por su situación geográfica también existe una ocurrencia de fenómenos naturales que, si bien es cierto el Centro Nacional de Prevención de Desastres, Cenapred, desempeña una gran labor en materia de monitoreo permanente de sismos, ciclones y demás efectos perturbadores, estos fenómenos deben formar parte integral de una política en materia de seguridad nacional.

De igual forma, existen otros fenómenos como las pandemias, que son enfermedades epidémicas que se extienden a nivel internacional. Tal es el caso de la influenza reconocida por la Organización Mundial de la Salud, en abril 2009. Y más recientemente, la llegada de la pandemia del Covid-19, impactando a México en febrero de 2020.

Hoy en día, después de más de dos años, las consecuencias económicas y sociales a nivel mundial de este nuevo virus es de magnitudes grandes y México no es la excepción. Con el cierre de empresas, la pérdida de empleos, el incremento de la pobreza y la pobreza extrema. Más de 330 mil muertes hasta el momento y un sinnúmero de secuelas negativas para la población.

De igual manera, el cambio climático, como consecuencia del calentamiento global en la tierra, ha provocado muertes y enfermedades por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como olas de calor, tormentas e inundaciones.
La reciente crisis de falta de agua en el estado de Nuevo León sucedida en este año y la actual pandemia del coronavirus, con todos sus efectos nocivos, nos llevan a reflexionar sobre la importancia de la gran amenaza de provocar situaciones de inestabilidad política y hasta brotes de violencia en la población.

Sin dejar de lado los desafíos actuales como el terrorismo, delincuencia organizada, vulnerabilidad en el espacio marítimo y, además, actos ya contemplados en la Ley de Seguridad Nacional, es de fundamental importancia mencionar que la seguridad nacional se puede ver comprometida por amenazas sanitarias y fenómenos de origen natural que pueden comprometer el desarrollo económico, político, social y ambiental en nuestro país y esa es una verdadera amenaza también a la salud de la población.

El concepto de seguridad nacional como función del Estado mexicano se encuentra plasmada en el artículo 89 constitucional, fracción VI, donde se establece la facultad del titular del Poder Ejecutivo para preservar la seguridad nacional en términos de su ley respectiva y disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente para la seguridad interior y defensa exterior de la federación.

Se extiende la seguridad nacional como una condición indispensable para garantizar la integridad y la soberanía nacional, libres de amenazas en busca de construir una paz duradera y fructífera. En todo proyecto nacional la preservación del territorio, la población y soberanía son cuestiones fundamentales, pero hay aspectos que van desde la cultura y el medio ambiente que pueden emerger como asuntos fundamentales para la supervivencia y el esplendor del país.

Los asuntos considerados de seguridad para el país no pueden reducirse a temáticas preestablecidas. En realidad, todo punto de la agenda pública puede llegar a ser una cuestión de seguridad nacional. De ahí que debemos considerar que todo tipo de obstáculos o interferencia a la seguridad nacional no necesariamente es consecuencia de acciones de otro poder nacional o de otro tipo de actores y bien puede ser de origen no antropogénico, que impide o limita la consecuencia de las aspiraciones o intereses y objetivos nacionales.

Por este motivo es que el día de hoy vengo a exponer ante la máxima tribuna de la nación una iniciativa, con proyecto de decreto por el que se adiciona una fracción XIV al artículo 5o. de la Ley de Seguridad Nacional para quedar como sigue: Fracción XIV: Actos, pandemias, epidemias o cualquier otro tipo de fenómeno natural clasificado como perturbador y/o agente destructivo de origen no antropogénico que pongan en riesgo a la salud y a la integridad de la población, muchas gracias. Es cuanto, presidenta.