• La transformación social convirtió a la Ciudad de México en una entidad de avanzada, una ciudad de derechos: María Guadalupe Chavira.

Para conmemorar el aniversario luctuoso de Felipe Carrillo Puerto, la diputada Rocío Natalí Barrera Puc reconoció en la Cuarta Transformación del país los valores que llevaron al prócer mexicano a combatir la tiranía de quienes querían atropellar los derechos de la población en el sureste mexicano.

“Gracias a mujeres y hombres como Felipe Carrillo y, ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador, México tiene una etapa de progresos y transformación social”, declaró.

La legisladora expresó que el fiel participante de la Revolución mexicana, dentro del movimiento zapatista, fue un gobernante progresista cuyas acciones se enfocaban en garantizar las libertades del pueblo.

“Su lucha incansable en favor de los derechos de las mujeres, su labor a favor del pueblo y quienes se encontraban en mayor vulnerabilidad fue incansable”, declaró.

Recordó que durante los 20 meses que duró su mandato, Carrillo Puerto trabajó incansablemente en beneficio de los sectores más desprotegidos.

Al pronunciarse por la efeméride con motivo de la erección del Distrito Federal y el estado de Coahuila en 1824 y 1868 respectivamente, María Guadalupe Chavira De La Rosa expresó que estas fueron unas transiciones políticas de inspiración plural y democrática, sin embargo, no fueron gratuitas.

La morenista afirmó que éste fue un resultado de la lucha de mujeres y hombres, así como de organizaciones civiles que en su mayoría se identificaban con el pensamiento de izquierda.

Abundó que esta transformación no solo fue jurídica, sino una transformación social que convirtió en el caso de la Ciudad de México, en una entidad de avanzada, referente para todo el país como una ciudad de derechos.

Fue aquí, dijo, donde se instauró la pensión universal a las personas adultas mayores con el primer gobierno de izquierda que gobernó; “con la que se reconoció su valía y aporte a la sociedad”.

Refirió que la Ciudad de México ha sido reconocida como una ciudad intercultural y hospitalaria, “resiliente y que reconoce la herencia de grandes migraciones; “esta es la ciudad de todos y todos, la ciudad de la libertad”.

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