DIPUTADA ALEIDA ALAVEZ RUIZ (AA). Buenos días a todas y todos.

Muchas gracias, Omar.

Y yo también le doy la bienvenida a nuestras ministras y ministro en este diálogo que convoca nuestro presidente de la Junta de Coordinación Política, sobre un tema que creemos que más que una iniciativa personal, única, es toda una discusión que se está dando en torno a la transformación que vive México.

A esta transformación que comentaba mi compañero Reginaldo que estamos haciendo del régimen que anteriormente estuvo al frente de este país y que ahora sí requiere una revisión profunda, antes le llamaban reforma del Estado, nosotros le llamamos un cambio de régimen, lo que estamos viviendo y lo que invitamos y agradecemos que haya este diálogo y esta disposición a escuchar las conclusiones de este conversatorio.

En razón que todo poder público dimana del pueblo, también el Poder Judicial debe estar a la altura de las exigencias de éste y responder a sus necesidades y exigencias.

En este sentido, entre los reclamos más sentidos de la sociedad se encuentran, por una parte, acabar con la corrupción, y por otra todo el servicio público que atienda los principios de democracia participativa directa, austeridad, transparencia y legalidad, ése es un reclamo de la población, no es la ocurrencia de nadie en particular ni una iniciativa personal de nadie.

Es un reclamo de la sociedad y nosotros lo recogimos durante décadas y ahora lo traemos a esta conversación.

En consecuencia, se exige dar un paso adelante para democratizar al Poder Judicial de la Federación, empezando por la elección de quienes encabezan la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para eventualmente continuar hacia los otros órganos que lo integran y de ser necesario a todo el sistema de impartición de justicia de las entidades federativas.

Lo anterior, teniendo presente que este es un proceso mediante el cual se busca mejorar y fortalecer las bases de independencia, transparencia, eficiencia y responsabilidad en el sistema judicial de México.

También hay que tener presente que estas reformas tendrán y tienen como objetivo el garantizar un acceso igualitario a la justicia, promover la imparcialidad en los procesos judiciales y fortalecer la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial.

Nos hemos encargado, ya lo comentó el diputado Moreira, de la actualización de la norma que haga más eficiente la cercanía de las personas a esa justicia cotidiana, por eso la renovación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que tendremos que adecuar el cómo se pone en marcha para que realmente haya efectividad en la aplicación de este nuevo código.

Por eso intentamos estar a la altura de las exigencias nacionales, en estos conversatorios, que sí, los hicimos como coalición, pero adelante y bienvenida la participación de todos los que deseen aportar ideas, comentarios, sugerencias, a este cambio de régimen que ya arrancó y que no queremos para nada detener.

En estas conclusiones la reflexión es sobre mejorar este camino de los objetivos trazados. Por eso me gustaría hacer énfasis en alguna de ellas porque ya las mencionó mi compañero Juan Ramiro Robledo, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, pero son precisamente no ideas ya ancladas en una única propuesta, sino más bien puestas para la reflexión y de ahí pues este diálogo con ustedes se vuelve todavía más interesante.

El eje rector fue que la pertinencia o no de elegir a los integrantes de la Suprema Corte mediante el voto popular y los mecanismos para ello. Los órganos del Estado mexicano están sujetos al texto constitucional por lo que son susceptibles de ser discutidos y reformados, lo que caracteriza a un sistema democrático abierto.

La soberanía reside en el pueblo, el cual tiene la facultad de autodeterminarse, delimitar y diseñar la forma en que quiere ser gobernado. Por eso los mecanismos de selección de los ministros es algo que está presto a un debate, hubo en algún momento quien nos decía “bueno, pues son electos por uno de los poderes de este país, el Senado de la República”, pero qué tal si también lo volvemos en un mecanismo en donde participe la Cámara de Diputados, que es aquí donde está la representación del pueblo en su conjunto.

Esa es otra de las propuestas que a mí me tocó de manera directa escuchar.

El primer reto es la organización de mecanismos de consulta popular, establecidos ya en la Constitución a fin de determinar si los ministros que integran la Corte deben ser elegidos por voto directo.

No existió consenso unánime, pero las y los panelistas coincidieron en que no está en juego la democracia ciudadana y que sí se puede y se debe fortalecer el diseño de los mecanismos de participación como consultas, referéndum, iniciativa popular.

Las y los integrantes de la Suprema Corte no deben ser designados por méritos políticos, sino por profesionalismos, excelencia, imparcialidad y paridad de género. Los panelistas coincidieron en que el mecanismo actual no es el ideal, debe garantizarse que la persona candidata tenga un perfil idóneo y sobresaliente.

Para la transformación del Poder Judicial de la Federación es necesario implementar buenas prácticas, mejorar el desarrollo organizacional, así como la transformación y modernización del mismo sin afectar la condición de independencia judicial.

Replantear la integración de la Suprema Corte es fundamental a fin de evitar que haya una hegemonía de poder dentro de dicho órgano. Para la evaluación de los actos del Poder Judicial, como el Consejo de la Judicatura, la cual debe modificarse en su integración porque, como está integrado, no constituye la responsabilidad del ejercicio de la labor jurisdiccional.

Los nombramientos subalternos y la necesidad de revisar el proceso por el cual se eligen para así evitar el nepotismo.

Definir si la Suprema Corte debe seguir siendo un órgano sin control. Se estimó importante revisar y perfeccionar el juicio de amparo, ya lo comentó también mi compañero Juan Ramiro, en esto de las suspensiones de los amparos administrativos como un exceso que nosotros hemos observados.

Reconsiderar la figura de procurador.

Éstas fueron algunas de las ideas más importante que quiero resalta y compartir con ustedes y agradecer nuevamente que nos den esta oportunidad que en resumen yo diría que la participación ciudadana en las reformas del Poder Judicial es fundamental para promover el sistema democrático, transparente, la rendición de cuentas, la legitimidad, la confianza del sistema judicial, además de permitirnos una inclusión de diversas perspectivas, de mejorar las políticas y prácticas y contribuir a la educación y concientización de la sociedad.

Eso fue lo que recogimos y compartimos con ustedes y ojalá podamos entretejer algo que le ayude a nuestro país. Muchísimas gracias.

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