● CONGRESISTAS DE MÉXICO Y COLOMBIA SE COMPROMETEN A SEGUIR REVISANDO Y FORTALECIENDO SUS MARCOS LEGISLATIVOS CON MIRAS A TRANSITAR HACIA UNA ECONOMÍA OCEÁNICA SOSTENIBLE
● “EL CONOCIMIENTO Y LOS DATOS CIENTÍFICOS DISPONIBLES NO SON SUFICIENTES PARA APROBAR PROYECTOS DE MINERÍA SUBMARINA MÁS ALLÁ DE LAS JURISDICCIONES NACIONALES”: DIP. ADRIANA BUSTAMANTE

“Legisladoras y legisladores debemos hacer un llamado a la Asamblea de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, para que desde nuestra trinchera, pongamos de manifiesto la importancia de conservar los ecosistemas submarinos, algunos de ellos de los más diversos y frágiles del planeta, en cuyas profundidades habitan muchas especies de las que aún no comprendemos completamente cómo interactúan entre sí y con el medio ambiente. Por lo que los riesgos para la biodiversidad son enormes mientras los datos científicos disponibles no sean suficientes para aprobar proyectos de minería submarina más allá de las jurisdicciones nacionales”, sostuvo Adriana Bustamante, diputada federal y Coordinadora Temática de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Grupo Parlamentario de Morena, durante su intervención en la reunión binacional con congresistas de Colombia y México, reunidos en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el apoyo internacional de la Conservation Caucus Foundation (ICCF), del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

“Actualmente la regulación de la minería submarina sigue siendo incierta y carente de supervisión efectiva, dado que gran parte de la actividad minera submarina se lleva a cabo en aguas internacionales, la falta de acuerdos y marcos regulatorios claros deja espacio para prácticas irresponsables y explotadoras por parte de las empresas. Esto podría llevar a una carrera desenfrenada por los recursos sin tener en cuenta los impactos a largo plazo en el medio ambiente y las comunidades locales” añadió la legisladora federal.

“Como personas legisladoras, ciudadanas y defensoras del medio ambiente, es nuestro deber cuestionar esta práctica y buscar soluciones éticas y sostenibles. Por lo que hago un llamado a los estados parte de la Asamblea de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, para que se sigan sumando a la exigencia de una moratoria, una pausa cautelar o incluso la prohibición total de la minería submarina.” concluyó.

Durante la reunión binacional, se analizaron e intercambiaron estrategias y experiencias para transitar hacia una economía oceánica sostenible como eje para lograr la protección de los océanos, mares y costas; así como para fortalecer su productividad y promover la prosperidad de las comunidades, particularmente las costeras e isleñas.

Los legisladores de ambos países coincidieron que una economía oceánica sostenible, constituye una oportunidad para dar cumplimiento a las metas de protección a la biodiversidad, lucha contra el cambio climático y desarrollo sostenible comprometidos en diversos marcos nacionales e internacionales.

Al término de la reunión los congresistas de ambos países emitieron la Declaratoria del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, e instaron a legisladores de otros países, a sumarse para fortalecer la cooperación regional e interinstitucional que permita el desarrollo de capacidades que lleven a un mejor conocimiento del océano y al desarrollo de una verdadera economía oceánica sostenible, mediante las siguientes acciones puntuales:

1.- Contribuir a la protección de los ecosistemas marino-costeros y su biodiversidad para mantener y mejorar los servicios ecosistémicos de los que dependen nuestras poblaciones.

2.- Impulsar el desarrollo de alternativas que permitan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a su vez que fomenten las economías locales y sus buenas prácticas, como los mercados de carbono azul y el turismo sostenible.

3.- Permitir avanzar en la gestión del riesgo de desastres naturales fortaleciendo la resiliencia de las comunidades costeras e isleñas ante los efectos adversos del cambio climático.

4.- Abordar el tema de la contaminación marina, incluyendo mejores prácticas para una economía circular.

5.- Favorecer la gestión y el manejo de las áreas protegidas marinas y costeras, la restauración ecológica y las soluciones basadas en la naturaleza para preservar y conservar la biodiversidad marino-costera.

6.- Conservar el patrimonio cultural de las comunidades que habitan las regiones marino-costeras