DIP. FED. AZAEL SANTIAGO CHEPI.

En 1999, en Santa María Lachichina, Villa Alta, Oaxaca, impartí clases en una escuela bidocente, es decir, éramos dos maestros.  A mí me asignaron   1º, 2º y 3er grado con alumnos que hablan orgullosamente el zapoteco, su lengua madre la cual ayudó a facilitar su aprendizaje de estos pequeños, mi gran reto era alfabetizarlos, en esta comunidad alejada a 7 horas de camino; ahora 3 con los nuevos caminos de la 4T.

Fue ahí donde mi autonomía como maestro me permitió que fuera la naturaleza, el campo, el arroyo, la cancha de basquetbol, el juego; la mejor estrategia didáctica. El resultado: en 3 meses aprendimos a leer y escribir juntos, de ello hay testimonio en la supervisión de la Zona Escolar 067 de educación primaria de Oaxaca.

Quiero subrayar que en la Sierra Norte de Oaxaca la música es una herramienta para seguir enseñando y disfrutando de los saberes comunitarios.

Esta es la realidad educativa a la que se enfrentan muchas maestras y maestros en nuestras comunidades donde los libros de texto son un apoyo del proceso educativo.  

Quienes los rechazan son los grupos que siempre se han opuesto a los cambios de fondo, sus críticas se suman a la democracia porque no hay conocimiento estéril.

Como maestro y representante popular sigo revisando estos textos con detenimiento; nos encontramos ante un cambio que debe ir acorde a la política humanista de la 4ª Transformación.  

Es verdad, los nuevos libros de textos retoman temas complejos y polémicos porque existen y la comunidad escolar conformada por las alumnas y alumnos, madres y padres de familia, maestras y maestros, así como directivos, debemos estar preparados y sin duda estos saberes abonan a la sana convivencia y despertar de las conciencias.

Hago un reconocimiento a mis
compañeras y compañeros maestros y a todos los trabajadores de la educación
como actores principales de la transformación en las comunidades.

Se trata de fomentar la libertad, democracia y colectividad, así como nutrir las diferencias y enaltecer nuestra identidad cultural y las lenguas maternas procurando el bien común de niñas y niños de México.

Les invito a que revisemos juntos los nuevos libros de texto y participemos activamente en la educación de nuestras hijas e hijos.

Mtro. Azael Santiago Chepi.

Diputado Federal.