• La IA plantea desafíos para las y los legisladores, quienes deben crear marcos regulatorios éticos, respetando los derechos fundamentales, la privacidad y la seguridad de todas las personas, consideró la diputada federal.

Durante el segundo seminario ‘Retos en la investigación parlamentaria: Innovación frente a la inteligencia artificial’, la diputada Judith Celina Tánori Córdova consideró que se debe generar una legislación en la materia, que encuentre un equilibrio que permita aprovechar los beneficios de la ciencia y la tecnología sin comprometer los principios y derechos fundamentales sobre los cuales se ha construido la sociedad.

Este encuentro con especialistas, legisladores y ciudadanía interesada en el tema, fue convocado por la Cámara de Diputados, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) y el Centro de Estudios de Derechos e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP).

Aquí, la diputada Tánori Córdova en una charla magistral, refirió que el desarrollo de la ciencia y la tecnología ha sido un motor fundamental de transformación a lo largo de la historia moldeando el curso de la humanidad y mejorando significativamente la vida de las personas. Y en este camino, también se plantean desafíos considerables.

Citó que en los últimos años la inteligencia artificial (IA) se ha vuelto un tema particularmente relevante, pues, aunque hay avances en temas como la seguridad, también se usa para generar noticias falsas mediante audios o videos trucados.

La legisladora federal de Morena apuntó que las y los legisladores se encuentran en la encrucijada de fomentar la innovación, pero al mismo tiempo en la regulación, garantizar que el desarrollo de las nuevas tecnologías se genere respetando los derechos fundamentales, la privacidad y la seguridad de todas las personas.

“El reto radica en encontrar un equilibrio adecuado que permita aprovechar los beneficios de la ciencia y la tecnología sin comprometer los principios y derechos fundamentales sobre los cuales se ha construido la sociedad”, manifestó.

Agregó que la prevención de abusos constituye un objetivo fundamental en la regulación de la inteligencia artificial al prohibir prácticas riesgosas y establecer requisitos para sistemas de alto riesgo. En tal razón, añadió que la regulación exige una barrera esencial contra posibles explotaciones, asegurando que la tecnología se utilice de manera ética y evitando escenarios perjudiciales para la sociedad.

La también integrante de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación declaró que en este contexto surgen diversas preguntas que se deben considerar en la legislación como ¿hasta qué punto es aceptable el monitoreo constante de las personas en nombre de la seguridad? ¿quién debe tener acceso a cierta información sensible detectable con la IA? ¿cuáles son los límites éticos de permitir que las máquinas tomen decisiones?

Igualmente dejó sobre la mesa ¿cómo equilibrar la eficiencia y precisión de los algoritmos con la necesidad de la participación humana en decisiones médicas cruciales? ¿qué garantías se pueden dar a la sociedad en términos de derecho a la información para que se tenga certeza de la veracidad que circula en medios de comunicación?

La legisladora sostuvo que se debe evitar que la IA se convierta en una herramienta invasiva, que amenace las libertades fundamentales de las personas.

En su participación comentó que en el ámbito internacional países como Chile y Brasil están generando marcos sólidos y adaptativos que evolucionen en la dinámica tecnológica. Igualmente, aseveró, en la Unión Europea, apenas la semana pasada llegaron a un acuerdo de una primera legislación. En ese sentido dijo “estamos en buen tiempo para ponernos también a la vanguardia para trabajar estas temáticas”.