• Los deepfakes pueden difundirse masivamente y ser utilizados con malas intenciones, por lo que es necesaria una respuesta desde la ley que proteja la credibilidad de estas personas, expresó el legislador Armando Corona.

A fin de que se sancione la creación de audios falsos de personalidades públicas generados por inteligencia artificial, el diputado Armando Corona Arvizu propuso reformar el Código Penal Federal, en sus artículos 211 Ter y 211 Ter-1.

El legislador explicó que la tecnología ha avanzado al punto en que es posible generar voces sintéticas capaces de imitar a figuras públicas, lo que plantea una amenaza considerable para la reputación y la credibilidad de aquellos que sirven al pueblo, pues los Deepfakes del audio pueden difundirse masivamente y ser utilizados con malas intenciones.

“Estamos inmersos en una era tecnológica que ha avanzado a pasos agigantados y, con ello, nos enfrentamos a un nuevo desafío que requiere una respuesta legislativa adecuada”, declaró.

En ese sentido, el diputado expresó que la iniciativa busca, en primera instancia, definir a estos audios falsos como cualquier grabación de sonido generada o manipulada mediante inteligencia artificial con la intención de hacer parecer que proviene de una persona específica, sin su consentimiento.

Agregó que se propone prohibir la creación, manipulación, distribución y difusión de dichos audios utilizando inteligencia artificial u otras tecnologías con el propósito de engañar, difamar o perjudicar.

Detalló que la iniciativa también define a personalidades públicas como aquellas personas que gozan de reconocimiento público significativo, incluyendo, pero no limitándose a celebridades, políticos, deportistas y figuras del entretenimiento.

Puntualizó que la importancia de esta legislación radica en proteger los derechos fundamentales a la privacidad y a una reputación justa, y envía un mensaje claro a quienes hacen esta manipulación con fines perjudiciales, de que no será tolerada dicha conducta en la sociedad.

Corona Arvizu manifestó que nadie debe ser víctima de una difamación digital que pueda socavar décadas del servicio y sacrificio público.

“Al final del camino todos estamos aquí de paso y en algún momento dejaremos de ser servidores públicos, pero quienes se quedan con este daño son nuestras familias”, advirtió.