- Afirmó que la historia le dará la razón al presidente Andrés Manuel López Obrador y en el mediano plazo la sociedad mexicana también sabrá reconocérselo, porque hoy es tiempo de la solidaridad, la conciencia social y el compromiso social y no el momento de restringir derechos ni libertades

La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna Luna, aseguró que en México no se prevén medidas de corte autoritario ni de carácter policiaco-militar para hacer frente a la propagación del Covid-19 en el territorio nacional durante la Fase 3.

“No habrá toque de queda ni medidas militarizadas ni medidas “draconianas” en la Fase 3 de esta contingencia, la historia le dará la razón al presidente Andrés Manuel López Obrador y en el mediano plazo la sociedad mexicana también sabrá reconocérselo, porque hoy es tiempo de la solidaridad, la conciencia social y el compromiso social y no el momento de restringir derechos ni libertades”, enfatizó.

Lo anterior, dijo, contrario a lo que ha ocurrido en algunos países del mundo como Perú donde el presidente Martín Vizcarra dio la orden de no salir de las ocho de la noche, hasta las cinco de la mañana, o la propia Italia que al ver exponencialmente incrementados los números de contagios por coronavirus tuvo que adoptar medidas para que la cuarentena de seguridad sanitaria fuese vigilada por elementos militares.

Recordó que en distintos momentos de la crisis sanitaria, se ha preguntado al presidente Andrés Manuel López Obrador; al secretario de Salud, Jorge Alcocer; y al Sub secretario Hugo López-Gatell, indistintamente, sobre si las medidas que se adoptarán en la fase más crítica, es decir la Fase 3, conllevarán acciones como el toque de queda, la detención de personas que salgan de sus domicilios o la imposición de controles de vigilancia militares en las calles de México, y en todo momento la respuesta ha sido la misma: No.

“Y se afirma categóricamente que No, porque hasta el momento las medidas de sana distancia, higiene personal y quédate en casa, han resultado efectivas para contener la propagación del virus y para fortalecer el sistema de salud en espera de lo que en las próximas semanas se avizora como el pico de contagios y el nivel más alto de pandemia en México, momento crítico en el que todas y todos deberemos de actuar con mucha más responsabilidad social y con más compromiso colectivo, para evitar no sólo contagiarnos y contagiar a otras personas, sino saturar el sistema de salud poniendo en riesgo la vida de muchas otras personas más”, expuso.

Señaló que no sólo la afectividad de las medidas adoptadas hasta la fecha, son lo que ha determinado la negativa rotunda del Gobierno federal para implementar ese tipo de acciones autoritarias, sino que la propia historia nacional refuerza esa negativa pues en los últimos 120 años en que se ha recurrido a esas acciones, la historia ha tildado de déspotas, tiranos y dictadores a quienes han hecho uso de ellas y ha demostrado que el daño social que provocan es mayor al que se pretende evitar.
Enfatizó que la 4T proviene de un cúmulo amplio de luchas sociales, indígenas, laborales, populares, políticas y comunitarias que sustentan buena parte de sus principios en el ejercicio pleno de las libertades y de los derechos humanos, aunque en ocasiones se critique al Gobierno federal por la forma en que asume sus decisiones, pues se sustentan en un andamiaje de principios de izquierda que la derecha nunca podrá entender.
“En esta ocasión sus críticos no podrán alegar que se recurre a medidas autoritarias ni despóticas por el simple hecho de que se le ha apostado y se le seguirá apostando a la conciencia social y colectiva, a la organización del pueblo bueno, pero sobre todo, a la solidaridad nacional que en este momento se traduce en sacrificar nuestra dinámica y ritmo de vida cotidiano, a cambio de una limitación significativa en la movilidad de millones de mexicanas y mexicanos para evitar con ello miles de contagios y de muertes”, acotó.

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