DIPUTADO FRANCISCO JAVIER BORREGO ADAME (FJBA). Con el permiso de la Presidencia. Muy buenas tardes, compañeras y compañeros diputadas, diputados. Quiero aprovechar este espacio para una petición de mis gentes del estado de Coahuila, hablando de presidentes este día, que por mi conducto quieren manifestar el agradecimiento y reconocimiento a nuestro presidente de la República por el tema de las vacunas que se están llevando a cabo en Coahuila. Agradecen por mi conducto al presidente, todo el apoyo que está brindando sobre todo a los adultos mayores de mi estado. Gracias, presidente, por el apoyo.

Compañeras y compañeros legisladores, el 22 de febrero de 1913, después de varios días privados de la libertad, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez fueron cruelmente asesinados. Así fue como terminaron con la vida de dos personas que trabajaron para consolidar la democracia en México. Hombres que en su lucha enfrentaron una serie de actos de traición y conspiración por parte de aquellos conservadores que pretendían mantener el poder, la riqueza y los privilegios.

Durante su mandato, Madero trató de terminar con el régimen establecido por Porfirio Díaz, con el propósito de construir una república democrática basada en el respeto de los derechos y de la ley.

Durante los 15 meses de su administración, Madero, también conocido como el Apóstol de la Democracia, promovió acciones para mejorar la atención sanitaria y educativa. Creó el Departamento del Trabajo y aprobó el derecho a la huelga y a la libertad sindical.

Asimismo, impulsó el respeto a la libertad de prensa y promovió medidas para la redistribución de la tierra, ya que durante el porfiriato las exigencias de los pueblos y comunidades despojados de estas, no fueron solventadas.

Sin duda, uno de los principales legados de Madero fue el sufragio efectivo, uno de los avances más trascendentales para concretar un gobierno representativo, popular y democrático. Por ello, en el CVIII Aniversario Luctuoso de Francisco I. Madero y de José María Pino Suárez, recordamos uno de los capítulos más trágicos de la historia de México, en el que la ambición por el poder y riqueza de unos cuantos causaron la muerte de miles de personas durante la Decena Trágica.

De ahí que las y los legisladores de Morena coincidimos con los ideales democráticos maderistas, pues nosotros representamos un proyecto de nación que busca terminar con los privilegios. Seguiremos trabajando bajo estos principios, recordemos que la democracia es una condición indispensable para el ejercicio efectivo de todos los derechos.

Compañeros y compañeras diputadas, no es el tema dividir a México, el tema es sumarnos todos al bien de México. No podemos tener una tribuna para manifestar temas que no van acorde a lo que se está haciendo en este gobierno.

Por eso, compañeros y compañeras, yo les digo de todo corazón: que viva Madero, que viva México, que viva Coahuila, que viva San Pedro de las Colonias, cuna de la democracia mexicana. Viva Morena, viva la cuarta transformación, les guste o no les guste. Seguiremos trabajando a favor de la cuarta transformación. Es cuanto, presidenta.

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