DIPUTADA ALEJANDRA RAMÍREZ RODRÍGUEZ (ARR): Con el permiso de la Presidencia. Compañeras y compañeros legisladores, la Organización Mundial de la Salud señala que en las últimas cinco décadas el trasplante de órganos, tejidos y células se ha convertido en una práctica mundial que ha permitido alargar la esperanza de vida y mejorar sustancialmente la calidad de vida de miles de personas.

Los avances médicos, científicos y tecnológicos han posibilitado el desarrollo de técnicas de conservación y trasplante cada vez más efectivas, lo que ha elevado su demanda. En 50 años se han realizado más de 50 mil trasplantes en México, demostrando que este tipo de intervenciones se han convertido en procedimientos seguros tanto para los donantes vivos como para los receptores.

Lo anterior, ha dado esperanza a miles de personas para quienes un trasplante es su única opción de vida, o más bien su única opción para mejorar su calidad de vida.

Una persona viva y saludable puede donar un riñón, un pulmón o un segmento del hígado, lo cual es una acción loable y digna de reconocimiento, como lo es también para quienes deciden donar sus órganos cuando ocurre la muerte encefálica, ya que una persona en esta circunstancia, mediante sus riñones, pulmones, corazón, hígado, páncreas e intestino puede salvar la vida de al menos siete personas.

Incluso, si se toma en cuenta la médula ósea, córneas, tendones y válvulas del corazón, las personas beneficiadas pueden ser muchas más. Sin embargo, la cultura de la donación ha ido creciendo muy lentamente en nuestro país, ocasionando que no podamos cubrir ni el 50 por ciento de la demanda nacional.

A principios de 2020 más de 20 mil pacientes se encontraban en la lista de espera para recibir un trasplante de órgano. Desafortunadamente, solo contamos con un aproximado de 4.6 donantes por cada millón de habitantes en México, lo cual resulta insuficiente.

Es necesario redoblar esfuerzos para fomentar y promover la donación, así como rediseñar estrategias para que los familiares de las personas donantes cuenten con la información suficiente que los aliente a dar su consentimiento en los momentos decisivos.

Con esta reforma, al perfeccionar el marco jurídico en materia de donaciones y trasplantes se pretende dar un paso más en favor de la cultura de la donación. De concluir favorablemente su proceso legislativo, el Centro Nacional de Trasplantes emitirá los lineamientos y mecanismos de coordinación entre los diversos niveles de gobierno para la promoción y fomento de la donación de órganos, tejidos y células, así como los mecanismos de colaboración con los sectores social y privado. Por lo que las autoridades de los tres ámbitos de gobierno brindarán las facilidades necesarias dentro de sus respectivas competencias, para la realización de donaciones y trasplantes.

Además, con la autorización para la disposición de órganos, deberá ser otorgada de manera pronta y expedita, acortando los procesos burocráticos que restan posibilidades de vida a las personas que están a la espera de un trasplante.

En el Grupo Parlamentario de Morena, votaremos a favor del presente dictamen, porque sabemos que las campañas anuales de fomento a la donación no son suficientes si no que es necesario instrumentar acciones contundentes que permitan una mayor y mejor coordinación entre las autoridades. Es cuanto.