DIPUTADA MARÍA GUADALUPE ROMÁN ÁVILA (MGRA). Compañeras y compañeros diputados, nuestro país atraviesa por una crisis de violencia sin precedente, que inició con una mal denominada y corrupta guerra contra los cárteles. Los gobiernos neoliberales iniciaron esta guerra absurda con instituciones incapaces e ineficientes y sin una estrategia clara, consistente, eficaz y congruente con la realidad que imperaba.

Las instituciones de seguridad se vieron rebasadas por las células delictivas y también penetradas por el crimen hasta lograr su descomposición. Hoy el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador las está reconstruyendo, con el objetivo de crear cuerpos de seguridad capaces de garantizar la paz y el pleno respeto de los derechos humanos.

Para que la sociedad recupere la tranquilidad y la confianza en las autoridades, la Guardia Nacional es su mejor ejemplo de este esfuerzo institucional, ya que constituye una fuerza policial capacitada, profesional y con un claro espíritu de servicio, que está a la altura de las demandas de la ciudadanía.

No obstante, tenemos que reconocer que resolver la crisis de seguridad y violencia en nuestro país no es tarea sencilla, debido a su problemática multifuncional, la que requiere una solución de igual envergadura, como la que ha propuesto y está implementando el Ejecutivo federal.

Solución en la que las policías preventivas municipales desempeñan un rol fundamental, ya que son el primer contacto que tienen las y los ciudadanos con la autoridad policial. Sin embargo, en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, publicada en marzo de 2020, únicamente el 46 por ciento de la población mayor de 18 años, en México, conserva su confianza en la policía preventiva municipal. Solo el 39 por ciento consideró efectivo su desempeño.

De ahí que resulta urgente garantizar la dignificación y el fortalecimiento de estas fuerzas policiales, así como asegurar su desempeño responsable y ético ante la ciudadanía. Su principal función es garantizar el orden público. Entonces, la proximidad social es prioritaria.

Por ello, la reforma al artículo 75 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que aquí discutimos, es de vital importancia para mejorar su actuación y otorgar la certeza a la sociedad, incorporando la mediación en las tareas de proximidad social de las instituciones policiales.

La mediación es una herramienta para lograr la resolución de los conflictos mediante el diálogo, con el fin de garantizar la paz. Así, los efectivos podrán intervenir invitando a la conciliación de las partes involucradas a solucionar sus conflictos mediante el diálogo, siempre y cuando no constituyan delitos. Esto permite incrementar la cercanía con la sociedad y garantizar la confianza para evitar que los conflictos se generen más entre vecinos o comunitarios, que escalen a problemas más grandes.

La mediación es un recurso policial pacífico, es una alternativa al uso de la fuerza y, como tal, es importante impulsarla. Se trata de una herramienta eficaz que privilegia el diálogo para así lograr una convivencia pacífica entre la ciudadanía. Es decir, el objetivo es que desde las instituciones de seguridad se impulse una nueva cultura de respeto, civilidad y paz.

En el Grupo Parlamentario de Morena estamos conscientes que, de resolver la crisis de violencia por la que atraviesa el país, requiere reforzar la legitimidad y la confianza de las instituciones policiales. Por el bien de México continuemos fortaleciendo y dignificando la tarea policial, sigamos estableciendo nuevas y mejores herramientas para lograr que en México prevalezca la paz. Es cuanto.

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