DIPUTADO JAIME HUMBERTO PÉREZ BERNABE (JHPB). Con la venia de la presidencia. Compañeras diputadas y diputados, en esta ocasión me dirijo a ustedes para presentar un dictamen cuyo fin es que los nacidos en territorio nacional que ingresen a nuestro país se les permita identificarse como mexicanos aun cuando los medios de identificación que muestren sean expedidos por autoridad extranjera, como podría ser un pasaporte siempre y cuando ahí conste que nacieron en territorio nacional.

En ese supuesto, el pasaporte es idóneo para acreditar la identidad de las personas, pues, al ser un documento con validez internacional y medidas de seguridad estandarizadas, ofrece certeza a cualquier autoridad respecto a la identidad de su portador.

El reciente interés teórico por las cuestiones relativas a la nacionalidad ha incrementado de forma importante por una cuestión de sensibilidad hacia la política de la identidad. Por ello, que el concepto de nacionalidad entendida como la calidad de la persona como miembro de un Estado es uno de los sustentos de todo orden jurídico y constitucional.

Por lo tanto, la nacionalidad es un vínculo jurídico de un individuo con el Estado en el que ha nacido o que ha sido integrado.

Este vínculo que por regla general se obtiene según dos criterios: el ius soli o el ius sanguinis, es uno de los derechos fundamentales, ya que constituye el estatuto jurídico de las personas, pero no solo eso, sino que está vinculada a aspectos sociales, espaciales, culturales y políticos, además de constituir la clave de acceso a una serie de derechos señalados en nuestra Carta Magna como lo son la garantía del derecho a educación gratuita, derecho a la salud, derecho a la vivienda, derecho al trabajo, además acceso a todos los programas sociales, entre otros. Pero, también contempla obligaciones morales y jurídicas establecidas en los diferentes ordenamientos.

Por lo tanto, tal como establece el artículo 30 constitucional, a reconocer como nacional a la persona que haya nacido en territorio mexicano, se debe otorgar las facilidades a quien no contando con alguno de los documentos probatorios de nacionalidad mexicana se ostenten como mexicano, generando una presunción de buena fe que encuentra un fuerte sustento en el reconocimiento según los principios de Derecho Internacional de la fiabilidad de la información plasmada en los documentos expedidos por otros estados siempre que no resulten apócrifos.

La nacionalidad tiene su origen en la creación de cualidades y atributos de pertenencia a un estado, percibidos como sentimiento, como un acto de valoración. Es precisamente cuando ese sentimiento se generaliza en el pueblo, adquiriendo unidad, cuando surge en la conciencia de la nacionalidad, pasando por una identidad histórica en la que se identifica.

Compañeras y compañeros, los conmino a votar a favor del presente dictamen que tiene una naturaleza evidentemente garantista, favoreciendo la identidad nacional, ya que en este tema existe una laguna jurídica en prejuicio de las personas que no cuentan con un pasaporte mexicano u otro medio de identificación oficial.

Al apoyar con su voto esta propuesta, estaremos fortaleciendo la realización transfronteriza que existe entre el Estado y las personas que le son naturales, pero, sobre todo, estaremos fortaleciendo la esfera jurídica de derechos de todas y de todos los mexicanos que pudieran verse en una situación de retornar a territorio nacional sin medios de identificación idóneos, situación que, aunque poco común, no resulta extraña a las autoridades migratorias mexicanas. Compañeras y compañeros, los conminamos a votar a favor de este dictamen, agradeciendo su atención. Muchas gracias, compañeras y compañeros.

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