DIPUTADO MARCO ANTONIO MEDINA PÉREZ (MAMP). Con la venia de la Presidencia. Compañeras, compañeros diputados, es falso que estamos desapareciendo fondos para la atención de enfermedades catastróficas. Pero, en efecto, no vamos a aprobar fondos para la principal enfermedad catastrófica que ha aquejado al país durante varios decenios, que es el régimen prianista que nos gobernó durante mucho tiempo, ni para los métodos, ni para los mecanismos, ni para los personajes que corrompieron y por los cuales se destruyó una buena parte de los recursos fiscales de la nación.

No vamos a destinar 7 mil 600 millones de pesos para la estafa maestra. No vamos a destinar más de 30 mil millones de pesos, que todavía están sin comprobarse, en la estafa veracruzana. No vamos a destinar fondos para que los dilapiden Rosario Robles, Emilio Lozoya, César Duarte, Salvador Cienfuegos, Genaro García Luna; para nadie de ellos. Porque eso sí no lo vamos a estar convalidando.

Hay una definición en el diccionario que se llama ignorancia supina. La ignorancia supina es aquella que procede de la negligencia en aprender o en la negligencia en leer, en la negligencia de preguntar lo que se puede y debe saber. Y parece que aquí los diputados y algunas diputadas de la oposición parecen decir que, efectivamente, están con esta ignorancia supina. Porque es ignorancia supina el hecho de decir que nosotros somos los culpables de que se va a generar una caída del 10 por ciento en la economía, cuando en sexenios anteriores se crecía a la maravillosa cifra de 2.5 por ciento anual.

Es ignorancia supina porque tal pareciera que no existiera la enfermedad que estamos padeciendo en todo el mundo, y tal pareciera que otros porcentajes que va a haber en otros países, del 12, 13 por ciento, como sucederá en España, en Italia, en Francia, no son comparables con el 10 por ciento que a lo mejor se da en este 2020. Y es una cifra que todavía está debatible porque a lo mejor es mucho menor la cifra.

Y es ignorancia supina decir que nosotros estamos convalidando lo mismo que existió en el pasado. Al contrario, son falsos los argumentos que ha presentado el día de hoy la oposición en el sentido de que nos están enmendando la plana.

Estamos en un sistema republicano, en el que el proceso legislativo está constituido por dos Cámaras y no solo por una. Las colegisladoras tienen procedimientos legislativos claros que implican un equilibrio de poderes entre ambas.

El presidente de la República tiene la facultad para iniciar las leyes que tienen que ver con los ingresos y egresos de la federación. Asimismo, la Cámara de Diputados por ley las recibe en primera instancia, y en ese marco hicimos una gran cantidad de modificaciones a la iniciativa presidencial, para lo cual no se puede decir que esta Cámara ha sido omisa en su papel de desarrollar las propuestas recibidas en el marco de lo que se escuchó y lo que se dialogó en el parlamento abierto.

Sin embargo, esto no quiere decir que todo lo que se presentó en el parlamento abierto ni tampoco todo lo que se escuchó de parte de la oposición tenía necesariamente que ser incorporado al dictamen.

Hay varios ejemplos de que se hicieron modificaciones a la iniciativa del presidente, pero también ahora que nos regresa la colegisladora, el Senado de la República, modificaciones que en el ámbito de su competencia también hicieron, estamos haciendo lo propio y estamos valorando la aceptación de cada una de ellas.

Por eso en este caso tampoco podemos decir que nos están enmendando la plana, tenemos que decir que ni el Ejecutivo federal ni tampoco a la Cámara de Senadores se le ha enmendado la plana, a la Cámara de Diputados. Estamos en un sistema republicano que ahora sí existe y por ello mismo estamos avanzando en la normalidad democrática y republicana que exigía desde hace mucho tiempo este país.

Esta normalidad republicana democrática la vamos a seguir impulsando en el régimen de la cuarta transformación, por más que les pese a algunos. Muchas gracias.

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